Veinte años después de la primera ley antitabaco, y pese al notable descenso en el consumo, 8 millones de personas siguen fumando en España, en su mayoría de niveles socioeconómico bajos, y solo uno de cada cuatro, en este caso de las clases más favorecidas, ha intentado dejarlo.
Son algunas de las conclusiones de la monografía: ’20 años de aplicación de las medidas del Convenio Marco de la OMS para el control del tabaquismo en España’, que la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha presentado este jueves en su XLIII reunión anual.
En su balance, el Grupo de Trabajo sobre Tabaco de la SEE constata como estas dos décadas de legislación antitabaco, desde la ley de 2005 a su reforma de 2010 y otros varios decretos aprobados, han supuesto «un avance significativo en la salud pública», reduciendo la exposición al humo ambiental de tabaco (HAT) y desnormalizando el consumo.
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