El consumo de alcohol en el embarazo puede producir varias efectos en el feto, como el retraso en el crecimiento intrauterino o posteriores consecuencias en edad más adulta.
El estudio publicado en septiembre por Archives of General Psychiatry, que depende de la revista médica JAMA, ha determinado una relación entre la ingesta de alcohol en la madre durante el embarazo y la dependencia futura del feto a esta sustancia.
Del total de los resultados de la investigación, el 25% de los adolescentes sufría un trastorno con el alcohol, el 13% antes de los 18 años y un 12% hasta los 21 años. La Universidad de Queenslan habla de que los resultados de los estudios con animales son similares a los encontrados en los estudios con humanos.
A pesar de que la exposición de la madre al alcohol durante el embarazo ha ido unida a las dificultades futuras del bebé con su capacidad de aprendizaje y memoria, ahora también los descubrimientos nos llevan a prestar más atención a la exposición del útero al alcohol durante el embarazo, para poder evitar otros efectos en el feto en edad adulta.
Esto tan sólo es uno de los trastornos que podría sufrir el feto cuando la madre ingiere alcohol durante el embarazo, ya que se podría producir también un retraso en el crecimiento intrauterino, o lo que es lo mismo, que el bebé fuera más pequeño de lo normal, que no crezca dentro del útero a la velocidad que suele ser habitual, y que normalmente tienen un peso bajo al nacer.
Antes únicamente existía la declaración de la madre para poder diagnosticar esta exposición del feto al alcohol durante el embarazo, pero ahora gracias a que sabemos que los ácidos grasos del organismo en los fetos, a diferencia de los adultos, no son absorbidos por los tejidos y se expiden en la primera defecación del bebe después de nacer, podemos descubrir si la madre del bebé durante el periodo de gestación ingirió alcohol.