España es, con Alemania, el país con mayor gasto
en juego de Europa y la tasa de adictos llega al 3 por ciento,
un tercio son mujeres que prefieren bingo y loterías.
Según el estudio publicado en el último número de la revista Adicciones, de la sociedad científica SOCIDROGALCOHOL, las mujeres que solicitan tratamiento por adicción a las máquinas tragaperras tienen una menor cualificación profesional y más bajo estado de ánimo, que los hombres. El estudio, que propone otras investigaciones posteriores, ha sido realizado por Mª Consuelo Llinares Pellicer, Patxi Santos Diez, Carmen Albiach, Inma Camacho Ferrer, Carmen Palau Muñoz, médicos del Departamento de distintas Unidades de Conductas Adictivas de la Comunidad Valenciana.
El objetivo del estudio fue conocer las diferencias en función del sexo en jugadores patológicos adictos exclusivamente a máquinas tragaperras. La muestra estudiada está compuesta por 150 sujetos (13 mujeres y 137 hombres) que durante el periodo comprendido entre enero de 2002 y diciembre de 2003 acudieron en demanda de tratamiento a cinco Unidades de Conductas Adictivas de la Comunidad Valenciana.
Según los investigadores «encontramos diferencias estadísticamente significativas en el modo de vida (las mujeres viven solas con hijos o en casa de acogida) y situación laboral (la mujeres están paradas, realizan labores de amas de casa y si trabajan lo hacen en trabajos poco cualificados). En cuanto a las variables psicopatológicas es necesario destacar que las mujeres presentan niveles de depresión más severos que los hombres. Esta diferencia puede ser debida a la situación socioeconómica precaria y a la escasez de apoyo, o también puede ser el reflejo de la tendencia en población general. Es necesario realizar nuevos estudios clínicos para profundizar en las diferencias de sexo y para mejorar la respuesta asistencial».
Las consecuencias adversas del juego ejercen una influencia en los episodios depresivos por lo que dichos estados emocionales negativos serían factores secundarios y dependientes de la conducta de juego. Algunos autores sugieren que el aspecto financiero del juego patológico podría pasar a ser una motivación secundaria. Entre los factores de riesgo que pueden precipitarlo, la necesidad de obtener dinero es relegada a un segundo plano por el estrés o la depresión. De esta forma, la tensión y la ansiedad serían elementos fundamentales en el mantenimiento del juego de las máquinas tragaperras. Según algunos autores, señalan los médicos valencianos, la ansiedad y la depresión serían factores esenciales y principales mantenedores del juego, y éste se convertiría en una estrategia de afrontamiento ante dichos problemas.
Incremento del juego
«El aumento, difusión y promoción del juego de azar junto a las escasas limitaciones en la accesibilidad al mismo, están íntimamente ligados al incremento de la incidencia y prevalencia de la ludopatía. La fácil accesibilidad a todo tipo de juegos y apuestas (bingo, máquinas tragaperras, apuestas en línea, etc.) afecta a las personas más vulnerables psicológicamente, como adolescentes, aquellas que atraviesan situaciones de estrés emocional, depresión o dificultades económicas, en los que el juego se convierte en una conducta compulsiva que mitiga el malestar emocional con el consiguiente riesgo de convertirse en adictiva», añaden los autores del documento de Adicciones.
El estudio indica que el incremento del juego en España ha sido exponencial desde su legalización en 1977. España es actualmente junto con Alemania el país con mayor gasto en juego per capita de Europa, y uno de los mayores del mundo. Actualmente, se considera que la tasa de prevalencia de juego patológico en España oscila entre el 2% y 3% de la población adulta. Este trastorno es más frecuente en hombres que en mujeres, pero éstas son mucho más reacias a buscar ayuda profesional, quizás debido a la mayor estigmatización social.
Los juegos que originan más adicción son los que permiten la mayor proximidad espacial y temporal entre la apuesta y el premio tal como ocurre en las máquinas tragaperras.
Diferencias de sexo
Las diferencias de sexo en el juego patológico han sido poco investigadas hasta el momento, a pesar de que un tercio de ludópatas son mujeres. Los hombres manifiestan una preferencia por las máquinas recreativas, tienen frecuentemente un historial de abuso de alcohol o de conductas antisociales y muestran rasgos de impulsividad o de búsqueda de sensaciones. Las mujeres, por el contrario, se sienten más atraídas por los bingos y los estados emocionales negativos desempeñan un papel importante en el inicio de la conducta de juego.
Por otro lado, algunos autores encuentran en su estudio que las mujeres empiezan a jugar y solicitan tratamiento más tarde que los hombres. Con los estudios realizados, no se puede establecer un perfil de la mujer jugadora, dada la escasa información específica, aunque los datos nos indican la necesidad de profundizar en el conocimiento sobre las características con las que el juego de apuesta se presenta en la mujer.
Desde la creación de las Unidades de Conductas Adictivas (UCAS) en la Comunidad Valenciana, la demanda de tratamiento por parte de mujeres con problemas de juego a máquinas tragaperras ha ido en aumento. La psicopatología asociada más frecuentemente al juego patológico es la depresión, ansiedad y el abuso de alcohol. De hecho, la tasa de prevalencia del consumo abusivo de alcohol entre los ludópatas oscila alrededor del 15%-20%.
La investigación publicada en Adicciones «se centró en una muestra compuesta por 13 mujeres y 137 varones que acudieron en demanda de tratamiento por adicción a máquinas tragaperras a cinco Unidades de Conductas Adictivas de la Comunidad Valenciana durante el periodo comprendido entre enero de 2002 a diciembre de 2003. Entre los resultados es necesario destacar en primer lugar señalar la diferencia porcentual entre varones y mujeres (91.3% -8.7%) que demandan tratamiento.
Encontramos diferencias estadísticamente significativas en función del sexo en la cualificación profesional, a saber, hay más mujeres sin cualificación profesional, frente a los varones que tienen profesiones más cualificadas. Además, se observan diferencias en la situación laboral y es mayor del esperado el número de mujeres en situación de desempleo». Sin embargo, a diferencia de los resultados encontrados por otros autores que encuentran un mayor consumo de alcohol en varones, en este estudio no hay diferencias significativas respecto al consumo de alcohol entre hombres y mujeres.
Los investigadores consideran necesario realizar nuevos estudios clínicos «que nos permitan avanzar en el conocimiento y tratamiento de esta adicción, como investigaciones en las que se evalúe si los trastornos del estado de ánimo son premórbidos o secundarios al juego patológico».
(Llinares Pellicer y cols., ADICCIONES 2006; 18:371-376)
Más información: Patxi Santos Diez. U.A. Valencia. C/ Flora, 7. 46010. Valencia.
Correo Electrónico: patxisan@correo.cop.es