El I Plan sobre Drogas y Adicciones de la Provincia de Córdoba 2004-2008, dado a conocer en un encuentro municipal celebrado en Lucena, ha servido para poner de relieve los primeros datos en tema de drogadicción. Esas cifras se circunscriben fundamentalmente al año 2004. En ese ejercicio fueron un total de 2.787 personas las atendidas en los 38 puntos de atención repartidos por toda la provincia. Una de las primeras conclusiones aportadas en el informe es la situación legal de las personas tratadas antes y después del inicio del consumo. ‘Hay un dato que creemos significativo, mientras el 97,98 por ciento de los pacientes no tenía relación alguna con procesos de arresto, detenciones o condenas antes del consumo, estos valores bajan al 80 por ciento una vez que se produce el consumo’.
El análisis de este plan señala que estos índices ‘son muy significativos en algunas sustancias y situaciones muy particulares’. Así, informa que con respecto a la heroína y ‘rebujado’ (mezcla de cocaína y heroína), las condenas antes de su consumo, ‘sólo afectaban al 3,94 por ciento de los pacientes, sin embargo una vez producido el consumo estos índices se elevan al 64,7 por ciento’.
En el apartado de la cocaína los porcentajes pasan del 1,9 antes del consumo al 10,2 por ciento tras su uso. El gerente del Instituto Provincial de Bienestar Social de la Diputación de Córdoba, Francisco Gutiérrez, señala que ‘el tema de las drogas afecta a todos y, sobre todo, en los temas de inseguridad, aunque aparentemente hemos superado la fase de los años 80 cuando la persona que caía en la droga era sobre todo heroinómano y tenía un aspecto de exclusión, hoy no es así y cualquier persona está consumiendo sustancias muy peligrosas y lo vemos muy normal’.
Otro aspecto abordado es la prevalencia de la atención en los centros de la capital, con un total de 1.683 pacientes, frente a los 1.104 en el resto de la provincia. ‘Es el medio urbano el principal núcleo donde se generan las dependencias’, concluye. El Plan también señala que el 80 por ciento de las personas que acceden a los programas de asistencia para el tratamiento lo hace por las denominadas drogas legales, es decir, alcohol y tabaco. Entre las ilegales, es la cocaína y la heroína las que presentan mayores valores.
Por sexos, los hombres son los que dan valores más altos entre los pacientes atendidos un 73 por ciento, frente al 27 por ciento de mujeres. ‘Estos valores son constantes en la mayoría de las sustancias, aunque es necesario destacar que si analizamos el consumo de tabaco, las diferencias se reducen considerablemente, con unos porcentajes del 53 y 47 por ciento para hombres y mujeres respectivamente’. El documento también aborda otro aspecto interesante como es el apartado de la edad.
En el caso del tabaco y el alcohol, las personas tratadas tienen entre 43 y 44 años, mientras que los problemas con las drogas ilegales se manifiestan en edades más tempranas, concretamente en un intervalo que va de los 23 años para el cannabis, hasta los 35 para la heroína y ‘rebujado’.
En cuanto a la situación laboral, los resultados afirman que el grupo más numeroso con problemas de dependencia, hasta un 60,9 por ciento, corresponde a las personas que se encuentran en activo con un empleo. ‘Un análisis más detallado de la situación laboral nos indica que sólo en las personas con dependencia a heroína y cannabis donde esta situación no se corresponde con la de la mayoría’. Respecto a nivel de estudios, son las personas con estudios primarios o inferiores las que mayores problemas presentan a todas las sustancias. Y es que un 55,4 por ciento de los pacientes tienen estudios primarios, frente al 10 por ciento con nivel universitario.
Finalmente aborda el núcleo familiar donde se inserta el paciente. En sustancias legales la mayoría corresponde a personas enmarcadas en un núcleo familiar propio. Por su parte, en las drogas ilegales ‘los valores mayores se alcanzan en situaciones donde los pacientes viven con su familia de origen, padres, hermanos…’. El informe destaca como aspecto significativo que un 61,5 por ciento de los pacientes relacionados con la heroína se encuentran en otras situaciones, fundamentalmente en prisión.
El Plan Provincial de Drogodependencias tiene entre sus objetivos ‘consolidar la red de atención en los apartados de prevención, asistencia e incorporación social, mejorando la coordinación técnica e interinstitucional, los niveles de calidad de atención integral y adecuando las prestaciones a las nuevas demandas y necesidades sociales’.