Los centros de tratamiento ambulatorio de drogodependencias públicos y concertados de Andalucía registraron 17.090 admisiones durante 2006, 2.212 en Córdoba, lo que supone un 1,8 por ciento más que el año anterior, según los datos de la Consejería para la Igualdad y Bienestar Social. El alcohol, tal y como ocurre desde 2003, es la sustancia que más demanda de asistencia origina en estos centros, con 5.726 casos, lo que supone un aumento del 7,2 por ciento respecto a 2005. Al consumo de alcohol le siguen el de la heroína, con 4.062 casos, lo que supone un descenso del 4,1 por ciento; y la cocaína, con 4.047 admisiones, que se traduce en un aumento del 6,2 por ciento.
Por su parte, el cannabis registró un ligero incremento de los ingresos en estos centros, al pasar de 1.053 en 2005 a 1.179 en 2006.
En el caso del tabaco se produjo un descenso, de 1.571 casos a 1.244, aunque hay que tener en cuenta que este tipo de adicción no se atiende sólo desde la red de drogodependencias, sino también desde la sanitaria.
Respecto al juego patológico o adicción al juego, que también recibe atención en los centros ambulatorios de drogodependencias, se registraron 261 casos en 2006, sólo ocho más que en el año precedente. La distribución provincial de las admisiones a tratamiento fue la siguiente: Almería (1.163 admisiones), Cádiz (2.949), Córdoba (2.212), Granada (1.958), Huelva (1.044), Jaén (1.490), Málaga (2.487) y Sevilla (3.764). Cádiz y Sevilla volvieron a ser las provincias que acumularon un mayor número de casos, el 17,28 y el 22,5 por ciento del total, respectivamente.
Por otro lado, los pacientes que presentan una media de edad más elevada son los admitidos a tratamiento por alcohol, que se sitúa en los 42,6 años; seguidos de los de heroína, con 36,7 años; los de cocaína, que están en los 30,2, y los de cannabis, con 23,9.
El grupo más joven de pacientes lo constituyen los admitidos por éxtasis, cuya edad media es de 21,8 años, mientras que por sexos, las mujeres no representan más del 15 por ciento en ninguna sustancia, excepto en el caso de los hipnóticos y sedantes, donde llegan al 37,8 por ciento.