El 80 por ciento de los fallecidos son consumidores de heroína por vía inyectada, lo que explica la elevada incidencia de casos de muerte por sobredosis en Baleares y Cataluña, donde, según Buades, no se ha producido un cambio en el modo de consumo de esta sustancia que si se ha dado en el resto de España.
«En la última década los consumidores de heroína en España han ido sustituyendo la inyección por la vía fumada, pero esto no se ha producido en la misma medida en Balears ni en Cataluña», ha incidido Buades.
Aunque ha señalado que la disminución de la incidencia «ha sido constante en todo el país», Buades considera que los servicios sanitarios y los gobiernos de Baleares y Cataluña «han de ser conscientes de que existe todavía un pequeño reducto -cada vez menor- que no se debe de dejar de tener en cuenta».
En este sentido, la directora general de Salud Pública en Baleares ha abogado por el mantenimiento y refuerzo de los programas de reducción de daños que ya existen en ambas comunidades y que, ha reconocido, «están teniendo un gran éxito», como son los tratamientos con metadona y el intercambio de jeringuillas.
«El número de muertes por sobredosis de consumo de drogas es constante desde los años noventa», ha detallado Buades, quien, no obstante, ha aclarado que desde entonces también se ha aumentado la capacidad de detección de los casos de modo que «están casi controlados en su totalidad».
En Baleares, Buades ha detallado que, cada año, se producen 2.400 ingresos de consumidores de droga para tratamiento, de los cuales 500 son heroinómanos, una cifra que refleja una reducción «importante» respecto a 1991, cuando los atendidos por opiáceos eran una media de 1.200.
Buades ha señalado que se ha registrado un cambio en el consumo de drogas, pues «ya no es a causa principal de ingresos la heroína», dado que hace unos años «representaban el 75 por ciento del total y ahora sólo son uno de cada cinco».
Sin embargo este cambio ha dado lugar, según Buades, a un incremento en la cifra de casos de ingreso por consumo de otras sustancias como la cocaína -de los que se registran unos 550 al año en Baleares-, o el alcohol, que supera este dato y se coloca en los 700 casos al año.
La responsable balear de Salud Pública ha explicado esta variación en que mientras la heroína tiene un proceso degenerativo «muy rápido» y la sociedad ha asumido su presencia como «motivo de alarma e incluso de rechazo», la cocaína «tiene un ciclo más largo» y lo mismo pasa con el alcohol por lo que la gente «se relaja».
En cuanto a la incidencia de enfermedades de transmisión como el Sida (VIH), Buades ha declarado a Efe que de las 2.400 personas que se trataron en Baleares entre 2005 y 2006, el cinco por ciento de los mismos dieron positivo para esta patología.
Pero Buades ha advertido de que la cifra de positivos para VIH en los casos de consumidores de heroína ascienden al 20 por ciento del total de afectados en las islas.