Un estudio llevado a cabo por una agencia del gobierno de Estados Unidos alerta de que, aunque ha disminuido el consumo de cocaína y metanfetaminas, los americanos abusaron el año pasado de drogas prescritas. El informe de la Administración de Abuso de Sustancias y Servicios de Salud Mental apunta que el uso ilícito de drogas en personas de entre 55 y 59 años subió a más del doble, a un 4,1% en el 2007 en comparación al año anterior.
El informe desvela que el 4,6% de hombres y mujeres de edades entre 18 y 25 años consumieron drogas prescritas para el dolor por razones no médicas en el 2007, una subida de un 12% desde el año anterior, continuando la tendencia al alza experimentada durante los últimos años. Cerca del 1,7% en este grupo etáreo consumió cocaína en el 2007, una disminución de un 23% desde el 2006, mientras que el 0,4% de adultos jóvenes afirmaron haber usado metanfetaminas, consumo que bajó en cerca de un tercio.
Los resultados del estudio se basaron en entrevistas con cerca de 67.500 personas a lo largo de la nación. El estudio descubrió que aproximadamente 19,9 millones de estadounidenses de 12 años o más usaron drogas ilícitas el mes anterior a la entrevista, lo que corresponde al 8% de esa población, en comparación al 8,3% del 2006.
Las drogas ilícitas se consideran la marihuana, cocaína (incluyendo el crack), heroína, alucinógenos, inhalantes y drogas prescritas usadas para propósitos no médicos. La marihuana era la más común, con aproximadamente 14,4 millones de consumidores. El informe calculó que un 5,8% de estadounidenses consumían marihuana en el 2007, en comparación al 6% del 2006. Había aproximadamente 2,1 millones de consumidores de cocaína.
El uso de drogas ilícitas permaneció estable entre adolescentes (de edades desde los 12 a los 17 años) el año pasado, decía el estudio, pero las cifras bajaron entre el 2002 y el 2007, de un 11,6% a un 9,5%. El informe también desveló que aproximadamente 24,3 millones de estadounidenses de 18 años o más experimentaron seria aflicción psicológica durante el año pasado, y 16,5 millones de estadounidenses sufrieron al menos un episodio depresivo importante.