La Universidad de California en San Francisco, en Estados Unidos, está realizando pruebas con fumadores mayores de 18 años para comprobar la validez de una vacuna que evita los efectos adictivos de la nicotina en el cerebro y, al mismo tiempo, ayuda a los fumadores a dejar el hábito.

La vacuna funciona, según Victor Reus, coordinador del estudio, estimulando al sistema inmunológico para producir anticuerpos contra la nicotina con los que impedir que ésta llegue al cerebro. «La ausencia o la presencia mínima de la nicotina en el cerebro reduce la recompensa de este hábito para el paciente», ha comentado Reus.

El coordinador del estudio espera que, gracias a la permanencia de los anticuerpos en el organismo, la vacuna también prevenga la recaída, puesto que cuando un fumador vacunado enciende un cigarro meses después de dejar el hábito no experimenta las sensaciones agradables que anteriormente le ofrecía la nicotina.