El tabaquismo pasivo es responsable en nuestro país de alrededor de 2.000 muertes anuales, como consecuencia de diversas patologías, de personas que no fuman. El humo ambiental del tabaco (HAT) es causante de infarto agudo de miocardio, de la enfermedad circulatoria periférica y está directamente relacionado con un mayor riesgo de padecer cáncer de pulmón entre los no fumadores.
También se ha asociado el tabaquismo pasivo a otras enfermedades del adulto (asma y síntomas respiratorios crónicos) e infantiles (bajo peso al nacer, síndrome de muerte súbita del lactante, síntomas respiratorios agudos y crónicos, asmas, infecciones del oído …), por lo que se constata la evidencia de que «no existe un nivel de exposición al HAT que esté libre de riesgo».
Éstas son las principales conclusiones obtenidas en un estudio realizado por la Sociedad Española de Cardiología mediante una encuesta a algo más de 2.500 personas, centrado en conocer la prevalencia de exposición al HAT de la población adulta no fumadora según los diferentes ambientes de exposición (domicilio, lugar de trabajo o centro de estudios, tiempo libre y transporte), así como la prevalencia del consumo activo de tabaco en el conjunto de la población. El 73,3% de los varones y el 78,89% de las mujeres declararon no ser fumadores.
La exposición al HAT alcanza el 72% entre los no fumadores, una cifra muy elevada en comparación con otros países del entorno europeo, como Italia, Irlanda o Finlandia, en los que menos de una cuarta parte de la población no fumadora está expuesta al humo ambiental del tabaco. El doctor Esteve Fernández, responsable de la Unidad de Investigación y Control del Tabaquismo del Instituto Catalán de Oncología, asevera que la ley «antitabaco» que entró en vigor en 2005 debe ser cumplida, pero, además, estima que es necesaria «una reforma de la misma para extender la prohibición de fumar en la hostelería sin excepciones».
Centros de trabajo
Subraya el estudio que, de hecho, en países como Estados Unidos, Italia o Escocia se ha registrado una disminución de la incidencia del infarto agudo de miocardio coincidiendo con la puesta en marcha de leyes que prohíben el consumo de tabaco en el lugar de trabajo. En nuestro país, el informe concluye que, a pesar de la legislación existente, un 20% de la población no fumadora continúa expuesta al humo ambiental del tabaco en el lugar de trabajo, aunque está prohibido, por lo que el cumplimiento de la ley «también debe mejorar».
Y es que, aunque la legislación actual prohíbe fumar en los lugares públicos cerrados y los puestos de trabajo, la prevalencia de exposición al HAT «es todavía muy elevada en el ambiente laboral o de estudios (35%)». Esta situación indica un «cierto grado de incumplimiento de la nueva legislación, que sin duda tendrá que mejorar en los próximos años», constata el trabajo de campo. Buena parte de exposición al HAT se produce en bares, restaurantes, discotecas o pub musicales y otros lugares de hostelería y restauración, que han quedado de facto fuera del efecto de la ley. El estudio concluye que el 80% de este tipo de locales de menos de 100 metros cuadrados han optado por permitir fumar sin restricciones.
El 74,3% de los varones y el 70,1% de las mujeres no fumadoras están expuestas al HAT en alguno de los cuatro ámbitos estudiados.
Entre los varones, la prevalencia de exposición es del 26,4% en el domicilio, el 39,8% en el trabajo o centro de estudios, el 61,1% durante el tiempo libre y el 37,2% en los medios de transporte.
Entre las mujeres, la prevalencia es del 31,4% en el domicilio, 30,7% en el trabajo o centro de estudios, el 51,9% durante el tiempo libre y el 45,5% en los medios de transporte.
El estudio revela que el 26,7% de los varones y el 21,1% en las mujeres son fumadores diarios u ocasionales. Estas cifras representan una reducción de la prevalencia en varones y su estabilización en las mujeres en comparación con los años noventa.
Además, en los varones se observa una clara tendencia a la disminución de fumadores entre las personas con mayor nivel de formación.