El director general de Salud Pública y Sanidad Exterior, Ildefonso Hernández, ha señalado que el objetivo en el futuro es la restricción en el acceso al tabaco, si bien ha matizado que “no es una cuestión que pueda realizarse de la noche a la mañana”.
Así, y según expresó Hernández con motivo del Día Mundial contra el Tabaco, “los cambios radicales son muy difíciles en la sociedad, los pasos han de realizarse de una forma muy consensuada, entre toda la sociedad, y los avances han de ser muy progresivos, para no caer en ninguna decisión que pueda ser contraproducente, y que podría tener un efecto boomerang”.
Asimismo, el director de Salud Pública explicó que tener la sensación del hábito de fumar es más fácil para ciertos colectivos, mientras que los estratos socioeconómicos más bajos son menos conscientes. Por este motivo, anunció que el Ministerio de Sanidad y Política Social quiere incluir en las acciones de prevención en el futuro una mayor atención a los colectivos más vulnerables. Y es que como explicó, “en estos estratos de la sociedad no sólo el hecho de fumar, sino otras condiciones, hacen que puedan sufrir los efectos nocivos del tabaco. Estos colectivos más vulnerables son los de bajos ingresos, las personas que viven en barrios con un entorno menos favorable para cualquier actividad, es decir, todo lo que tiene que ver con un nivel económico y educativo bajo”.
En cuanto al incumplimiento de la Ley del Tabaco, Hernández señaló que “es necesario un mayor esfuerzo, “si bien matizó que aún le falta recorrido. “Hay un esfuerzo de inspección, y corresponde a las comunidades autónomas, pero se va a hacer un mayor esfuerzo en inspección de su cumplimiento, y también los ciudadanos pueden denunciar cuando vean algún incumplimiento de la ley, por lo tanto es un tarea de todos”.
En cuanto a la inversión contra lucha de tabaco, indicó que aproximadamente en los últimos cuatro años habrán sido unos 52 millones de euros aproximadamente, la mayoría destinados a convenios con las comunidades autónomas, es decir, más de 40 millones para convenios en acciones singulares de prevención del tabaquismo, y también alguna parte, unos 8 millones, se han dedicado a campañas de información y sensibilización.
Por último, destacó que la encuesta estatal sobre uso de drogas en enseñanza secundaria de 2006-2007, en comparación con la anterior, muestra una reducción de hasta 6,7 puntos porcentuales en la prevalencia del consumo de tabaco en los adolescentes. “Entre los 14 y los 18 años las chicas presentan una frecuencia algo más alta que los chicos, y la edad media del consumo se sitúa alrededor de los 13 años”, destacando que “lo mejor es que no ingrese nadie en el consumo del tabaco, por el carácter adictivo que tiene, ya que después no es fácil dejarlo”.