Los expertos hablan de «poco conocimiento», «riesgos innecesarios» y «escenario negativo» para la juventud vasca. Y es que, como ha denunciado en respetidas ocasiones la Dirección de Drogodependencias del Gobierno Vasco, los jóvenes realizan un consumo de sustancias ilegales sin tener conocimiento de los efectos de las mismas.
Provenientes del ámbito navarro, una serie de personas vinculadas al mundo de la droga crearon una asociación que colabora ahora con Lakua. Se trata de Ai laket!, la organización que ha instalado un pequeño laboratorio en una ambulancia y viaja por los pueblos de Euskadi ofreciendo un servicio de análisis de droga a quien presente una muestra.
«La falta de información es evidente», cuenta Juanjo, coordinador de la iniciativa. «Y para eso estamos nosotros, precisamente». Desda la misma entrada de la furgoneta nace una carpa que hace las veces de recibidor. Resulta un espacio acogedor, con luz baja y algo de música. En algunas ocasiones incluso cuentan con un DJ. Y sobre los mostradores, todo tipo de información acerca de la droga.
Las cuadrillas llegan, pero son ellos quienes toman la iniciativa de hablarles y preguntarles por sus pautas de consumo. La conversación se relaja con los minutos, si no es que ya era así, y los adolescentes plantean sus dudas.
Se les ofrecen foletos e incluso cómics que hacen la lectura más amena y consiguen que la información llegue a un tipo de público que, quizá, no dedicaría su tiempo «a leer algo más chaposo», explica gráficamente Juanjo. Lo más interesante de estos cómics resulta su autoría: Piñata, Abarrots, Mauro y Santi Orue. Nombres conocidos en la provincia. Precisamente, la plantilla de caricaturistas de la revista TMEO.
Los colaboradores de Ai laket! responden a las dudas. Para lo bueno y lo malo. «Es evidente que la gente encuentra aspectos positivos en la droga; en caso contrario, no se consumiría». Ahora bien, «se debe advertir de los peligros y evitar las prácticas de riesgo», comenta Juanjo. Incluso les advierten si la droga que los jóvenes están a punto de ingerir se encuentra adulterada.
en el laboratorio Ai laket! analizan todo tipo de sustancias, y de la misma forma obtiene todo tipo de resultados. «En general», explica Juanjo, «la calidad del hachís es mala». Según su teoría, Marruecos no tiene la capacidad de absorber toda la demanda de costo que reciben y la sustancia es cortada con otras plantas. «Un solo país no puede dar de fumar a toda Europa», zanja este experto.
Otra situación bien diferente es la de la marihuana. «Hemos constatado que la calidad es tremenda, porque el auge de los grow shops ha llevado a que la gente conozca muy bien las técnicas de cultivo», afirma ahora Juanjo, aunque la calidad también es riesgo: «Es tan fuerte que a los chavales les dan blancones más facilmente».
Las drogas fuertes son otro cuento. La calidad del speed, por ejemplo, «es bajísima». El análisis revela que esta sustancia se corta, en la mayoría de las ocasiones, con cafeína. «O incluso podemos no encontrar restos del mismo speed», reconoce. ¿Un gramo de speed sin speed? Parece ser lo habitual. La cocaína, en cambio, alcanza unos niveles de pureza cercanos al 70%. «Es tan buena que hay que saber dosificarse; si no, el pedo se puede cruzar». Y la noche puede ser una pesadilla.
Sobre la mesa que levantan en el interior de la carpa se exponen los materiales a repartir. Desde los comunes preservativos hasta tapones para los oidos, casi necesarios en algunas discotecas. También se ofrecen cápsulas de suero fisiológico con el que limpiar los restos que las drogas esnifadas dejan en la nariz.
«Es cuestión de higiene», opina Amaia, otra de los cuatro compañeros que han montado la carpa. «No somos moralistas, sólo queremos que la gente que se droga disminuya los peligros derivados de ello». Por eso uno tiene una caja con tururús , que vienen a ser simples tarjetas de papel con las que hacerse el rulo. De esta forma se evita exponer a contagios los orificios nasales.
«Cuando alguien utiliza un billete para meterse una raya, puede coger todo tipo de germenes». Y si luego se comparte ese mismo billete, la trasmisión de enfermedades está asegurada. «Así que hay que utilizar un material limpio cada vez», aconseja Juanjo.
Además, los abogados comentan los derechos de una persona multada por estar en posesión de droga.Y personas vinculadas a los estudios políticos y sociológicos recogen datos estadísticos con los que más tarde se realizarán los informes de juventud.