La psicóloga de la asociación, Rosa Montesinos, destacó que en los últimos años se ha experimentado un aumento del consumo, «casi masivo», de los medios tecnológicos «motivado por las necesidades laborales».

Por ello, Montesinos recomendó un uso «moderado y necesario» de las nuevas tecnologías para evitar que su empleo se convierta en una adicción.

La psicóloga de la asociación alicantina explicó que durante 2002 la AAAL atendió a un total de 162 pacientes de la provincia de Alicante, que revelaron el uso abusivo de los vídeo-juegos como paso previo a la condición de jugador patológico.

Según manifestó Montesinos, «el traslado de adicciones es muy común», ya que «el 48 por ciento de jugadores patológicos -de la actualidad- tuvieron problemas de abuso con los vídeo-juegos» en su juventud.

La psicóloga destacó, además, la existencia de una jerarquía que refleja claramente la edad de iniciación de cada patología. De este modo, en la infancia se detecta un consumo abusivo de televisión y vídeo-juegos, mientras que en la juventud son más comunes las adicciones al tabaco, los porros y el alcohol.

«A partir de los 30 años, estas patologías se derivan en el consumo de maquinas tragaperras y otras drogas», precisó Montesinos.

Frente a esta jerarquía, la memoria anual de 2002 de la asociación reflejó unos «llamativos» resultados al incluir entre las nuevas causas de adicción internet y los vídeo-juegos.

«El problema es que, de momento, estas nuevas adicciones no están reconocidas a nivel médico», lamentó Rosa Montesinos, por lo que el tratamiento que se les practica a estos enfermos es muy parecido al de un jugador patológico.

Montesinos explicó que «el tratamiento que erradica estas adicciones va dirigido al autocontrol de estas conductas, al cambio de hábitos y a la enseñanza en el uso racional de estas nuevas adicciones».

El perfil de este nuevo ludópata se caracteriza por ser una persona menor de 30 años, con un nivel educativo bastante alto y con conocimientos de inglés e informática, según se comprobó en el estudio.

En contraposición, se analizó al jugador patológico, con características diferentes: un varón, de entre 18 y 30 años, casado, con estudios primarios y con una situación laboral activa.

La memoria muestra que la mayoría de las personas que acuden al centro alicantino para solucionar su problema de adicción lo hace influenciada por el consejo de sus familiares.

De la misma forma, también se contrastó que más de la mitad de los enfermos proceden de la ciudad de Alicante y que el abuso de drogas ilegales, vídeo-juegos e internet son pasos previos al caso de «juego patológico».

Uno de los rasgos comunes en los jugadores patológicos es que su nivel de autoestima es generalmente bajo, según reflejan las encuestas realizadas en la memoria de la asociación.

La AAAL, denominada Vida Libre, está compuesto por tres psicólogos, un médico, una trabajadora social, y una administrativo. En la actualidad, desarrolla un curso organizado por el Colegio de Psicólogos en Alicante.

Además, la asociación ha participado en la organización de cursos dirigidos a profesionales que trabajan en el ámbito de las adicciones, organizado por el Grupo Valenciano en Drogodependencias y Otras Adicción.