Unas 12.000 personas padecen problemas de adicción al juego en Andalucía, según datos de la Consejería de Asuntos Sociales. Sin embargo, sólo unas 4.000 reciben tratamiento para su rehabilitación. Son cifras ofrecidas ayer por el Comisionado para las Drogodependencias de la Junta, Andrés Estrada, durante la presentación del Día sin Juegos de Azar, que se celebra mañana.

Según explicó Juan Luis Suárez, presidente de la Federación Andaluza de Jugadores de Azar Rehabilitados (Fajer), más del 60 por ciento de los jugadores que concluye el tratamiento consigue rehabilitarse. Los 3.685 enfermos que acogen las asociaciones provinciales siguen un programa que dura «entre uno y dos años, según el grado de dependencia» y se someten a un seguimiento «dos años después», explicó Suárez.

Andrés Estrada señaló que la edad media de los pacientes es de 37 años, oscilando entre los menores de 30 (el 25 por ciento) y los de menos de 38 años (el 50 por ciento). Según el presidente de Fajer, la edad media ha descendido de 45 a 37 años en apenas una década «por la incorporación de los jóvenes al juego».

Asimismo, el 38,5 por ciento de los adictos al juego convive con su familia de origen, mientras que el 55,1 lo hace con su familia propia. Además, el 57,7 por ciento tiene trabajo, frente a un 20,5 que está en paro. En cuanto al tipo de problemas que le indujo al juego, destacan los conflictos familiares (38,1 por ciento), seguidos de problemas económicos (29,7) y psicosomáticos (14,2 por ciento).

Por lo que se refiere al tipo de adicción, el 83,3 por ciento declara serlo a las máquinas tragaperras, el 9 por ciento al bingo, el 3,8 a las cartas y el 3,8 por ciento a otros juegos. El 37,7 por ciento de los pacientes declara jugar todos los días y el 40,3 juega varias veces por semana. Además, el 60 por ciento dedica una media de seis horas o más a la semana a su juego principal, y el 43,7 por ciento reconoce gastar más de 120 euros semanales.

En cuanto a las sustancias consumidas durante el juego, el 62,8 por ciento de los enfermos afirma consumir alguna sustancia, siendo las más comunes el alcohol (en el 65 por ciento de los casos) y el tabaco (en el 17,5). Por géneros, destacan los hombres, ya que sólo un 10 por ciento de los adictos son mujeres.