¿Qué tienen en común los fármacos para la epilepsia y los tratamientos para dejar las drogas? A partir de ahora, mucho. Una investigación clínica realizada en Asturias ha demostrado que un medicamento antiepiléptico (el topiromato) resulta eficaz para reducir el consumo de cocaína y heroína entre toxicómanos que llevan años ingiriendo este tipo de drogas.
El trabajo, en el que participaron 83 asturianos que se encontraban en fase de deshabituación, ha confirmado que el fármaco frena el impulso de consumir nuevas dosis, así como de elevar la cantidad ingerida. El medicamento, utilizado hasta ahora para tratar las convulsiones que afectan a los enfermos de epilepsia, actúa directamente sobre el deseo («craving», en boca de los expertos) y el estímulo que lleva a los drogodependientes no sólo a seguir consumiendo, sino a aumentar el volumen de las dosis.
El antiepiléptico reduce los niveles de dopanima en el cerebro, lo que elimina la sensación de placer que experimenta el adicto cuando usa la droga. Con menos estímulos cerebrales, la necesidad de buscar e ingerir más cocaína o heroína disminuye.
La investigación proviene del Área de Psiquiatría de la Universidad de Oviedo, que dirige Julio Bobes. La coordinación la llevó a cabo la Clínica Médico-Psicológica Asturias, en Gijón, cuyo director, Eduardo Carreño, confirmó que se trata del primer estudio clínico de pacientes que se publica en España. Hasta ahora, se conocían los datos de un trabajo internacional, dado a conocer por la revista Synapse, aunque el antiepiléptico empleado era otro.
En el estudio asturiano participaron pacientes de tres centros de salud mental de Gijón y Pola de Siero, así como de las unidades de tratamiento de las toxicomanías de Oviedo y Avilés. Sus autores destacan la importancia del hallazgo, precisamente cuando se ha detectado un importante incremento del consumo de cocaína entre jóvenes asturianos, que en siete años pasó del 2,8% de consumidores a un 6%.
6 meses a tratamiento
¿Y cuáles han sido los resultados? Tras seis meses ingiriendo el fármaco para las convulsiones, el consumo global de drogas (tanto de opiáceos como psicoestimulantes) cayó a un 40% entre los drogodependientes. El descenso más pronunciado fue en la heroína. Dicha sustancia era utilizada por un 70% de los toxicómanos. Al cabo de medio año sólo la consumían un 6,3% de los mismos. En cuanto a la cocaína, se pasó de un consumo del 47 al 8,3%. También bajó el uso de alcohol y drogas de síntesis.