«JUEGOS DE MATAR» es el título del reportaje que ETB emitió ayer y que muestra cómo los videojuegos enganchan a millones de niños y adolescentes que consumen la mayor parte del día practicando tácticas de guerra. Son juegos extremadamente violentos que en ocasiones generan adicción y cuya industria reporta millones de ganancias. El reportaje analiza el tema desde diversos puntos de vista: el de los jóvenes que prefieren vivir en un mundo virtual, el de los padres que ven cómo su hijo dedica la mayor parte del día a «matar» enemigos inexistentes, las competiciones que reúnen a miles de jóvenes a través de la red, y los beneficios que obtienen sus fabricantes.
Estas Navidades miles de niños se sentarán delante del ordenador con sus energías puestas en asesinar monstruos, conquistar nuevos mundos u otra forma de aumentar su autoestima.
Según el teniente coronel David Grossman, «la última generación de combates virtuales son manuales de instrucciones de guerra, en donde los jugadores aprenden a abrirse paso entre una línea enemiga, cómo mantenerse alerta, y cuándo tienen al enemigo a la distancia idónea para eliminarlo».
Los padres de «la generación Gameboy» están preocupados, ya que tienen gravísimos problemas a la hora de controlar la enfermiza adicción de sus hijos a esta clase de videojuegos. Según un estudio, seis de cada diez adolescentes de entre catorce y dieciocho años, utiliza habitualmente estos juegos como forma de entretenimiento y uno de cada cuatro, afirma emplear en esa actividad más de dos horas diarias.
Tal y como se muestra en el documental, las consolas u ordenadores de casa no son la única plataforma utilizada, el 15% de los jugadores asegura gastarse más de treinta euros al mes en los salones recreativos.