El presidente mexicano, Felipe Calderón, pidió el miércoles en la ONU mayor compromiso de los países con gran consumo de drogas, al afirmar que el crimen organizado y el narcotráfico matan más gente en el mundo que «todos los regímenes dictatoriales juntos».
«Debemos tener conciencia de que el crimen organizado está matando más gente y más jóvenes que todos los regímenes dictatoriales juntos», dijo Calderón en su discurso en la 66 Asamblea General de la ONU en Nueva York.
«El poder de la delincuencia es más fuerte que muchos gobiernos», agregó Calderón, aunque aclaró que ese no es el caso de su país, donde la violencia del crimen organizado ha dejado más de 41.000 muertos durante su gobierno que se inició a finales de 2006.
En la misma línea, el presidente de Honduras, Porfirio Lobo, abogó para que los países consumidores de drogas actúen de manera «valiente» para reducir el consumo porque, si no, está perdida la batalla contra el narcotráfico y el crimen organizado en América Central.
Lobo advirtió en la ONU que «decenas de miles en nuestra América Latina están muriendo a causa de los criminales».
Ese poder «deriva de dos factores: las rentas exhorbitantes del tráfico de drogas y el acceso ilimitado a la compra de armas de alto poder», aseguró.
TAREAS PARA LA ONU «La ONU tiene chamba, tiene trabajo que hacer aquí», afirmó el mandatario mexicano al pedir mayor compromiso en la lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado.
«Por ejemplo, la ONU podría acordar medidas para restringir la venta de armamento que nutre a los cárteles de la droga», propusó Calderón «¿Cuál es la razón por la cual los criminales pueden tener acceso a Ak-47, granadas, lanzamisiles? El lucro de la industria armamentista», se lamentó Calderón, quien dijo que en cinco años su gobierno ha decomisado más de 120.000 armas.
Calderón ha pedido en reiteradas ocasiones a EE.UU. que restrinja la venta de armas de alto poder en la frontera con México, que luego son traficadas hacia el sur y terminan en manos de los criminales. El gobierno mexicano sostiene que más del 80% de las armas incautadas a los cárteles del narcotráfico proviene de EE.UU.
Al referirse al consumo, el hondureño Lobo aseguró que «en la medida en que no se ha reducido la demanda en los países desarrollados, la estrategia (contra el narcotráfico) que seguimos hoy en la región tiene en el mejor de los casos un impacto parcial y reducido» El presidente centro americano indicó que si no se reduce el consumo de drogas «será muy difícil a nuestras sociedades ponerle fin a este flagelo» y señaló la urgente necesidad de «alinear nuestras estrategias» antidrogas.
«Sin seguridad no hay crecimiento económico, no hay desarrollo», apuntó Lobo, quien aseguró que el crimen organizado le cuesta a Honduras 10% de su PIB.