El alcohol y la cocaína son, según los datos oficiales, las drogas adictivas con mayor incidencia en Canarias. Los estudios realizados por la Dirección General de Atención a las Drogodependencias del Gobierno de Canarias colocan al alcohol como la droga legal más demandada en la comunidad autónoma, por delante del tabaco.

La ingesta de estas bebidas, especialmente las de mayor graduación etílica, entraña riesgos a corto y largo plazo, y cuando este consumo se convierte en adicción los efectos pueden ser devastadores: depresión, deterioro cognitivo y disfunciones sexuales son algunas de las alteraciones más comunes.

Fernando Gómez Pamo, director general de Atención a las Drogodependencias del Gobierno de Canarias, destaca que, en el apartado de sustancias ilegales, en los últimos años se ha producido en las Islas también un relevante repunte en el consumo de heroína, aunque la cocaína sigue siendo la droga más destacada, ya que su poder adictivo le confiere un peligro que otras drogas no tienen.

El responsable del Gobierno en materia de drogas advierte que la cocaína funciona como un potente estimulante del sistema nervioso, de forma que muchos trastornos cerebrales graves están asociados a este consumo. Las últimas en aparecer, las llamadas drogas de diseño, de síntesis o entactógenos, están ligadas al ocio y el desenfreno, sobre todo de gran demanda durante los fines de semana entre la población joven.

Desde la unidad de atención a las drogodependencias del Ejecutivo regional se apunta que otra de las variables importantes ante este fenómeno y una de las que más influye es el encontrarse en un ambiente de marginalidad, donde se registra un consumo más amplio de sustancias. Entre los grupos de riesgo, el director general Fernando Gómez Pamo destacó el colectivo de mujeres maltratadas, que se convierten en víctimas dobles cuando maltrato y alcohol van de la mano.

Otro elemento de preocupación es que el consumo de drogas aparece cada día a edades más tempranas. Las chicas se inician antes en el consumo de drogas legales, tales como el tabaco y el alcohol, en la franja de edad de 13-14 años, mientras que los chicos son más precoces en el consumo de sustancias ilegales, aunque en un tramo de edad posterior (15-16 años). Gómez Pamo aclara que consumo es diferente a adicción, pues para hablar de adicciones hay que esperar unos años más.

En cuanto a la prevención, el director general destacó la labor desarrollada por el Ayuntamiento de La Laguna, en Tenerife, que ha desarrollado un amplio programa de prevención del consumo de drogas, premiado incluso en una convocatoria estatal sobre buenas prácticas en drogodependencias.