Un grupo de investigadores españoles acaba de encontrar nuevas posibilidades para el cannabis, el componente activo de la marihuana. No sólo ayuda a calmar la ansiedad o estimular el apetito de enfermos de sida o de cáncer sino que, a tenor de su estudio, esta sustancia, en una dosis adecuada, protege las neuronas de los cerebros afectados por el Alzheimer y evita la pérdida de memoria que conlleva esta enfermedad. Este mal afecta a más de 600.000 personas en nuestro país.
La investigación, que ha sido dirigida por María de Ceballos, del Instituto Cajal (Consejo Superior de Investigaciones Científicas, CSIC), se ha realizado con tejido cerebral humano y 80 ratas.Durante una semana, a una parte de ellas se les inyectó la proteína amiloide, que es la que desencadena esta patología. El amiloide genera la activación de las células microglías del cerebro, que causan la muerte neuronal y, por consiguiente, la pérdida de la memoria. A otro grupo de roedores, además del amiloide, se les suministró un cannabinoide, es decir una molécula sintética que reproduce el efecto de la marihuana.

Protección neuronal

«A todas las ratas les habíamos enseñado a encontrar una plataforma dentro de un tanque de agua durante cinco días. Comprobamos que a los dos meses de iniciar el experimento, el grupo que sólo recibió el amiloide tenía inflamado el cerebro y no era capaz de hallar la plataforma, mientras que las que habían recibido además el cannabinoide seguían manteniendo su capacidad de aprendizaje», explicaba ayer María de Ceballos a EL MUNDO.

Conclusión: el cannabinoide, y por tanto su primo el cannabis, previene contra el Alzheimer, aunque aún no se han descubierto las razones por las que ocurre. Los investigadores sí comprobaron que la microglía, que en los cerebros normales está en situación de reposo, se activa con esta enfermedad. Sin embargo, con el cannabis sintético que se suministraba a los roedores, las neuronas se protegían de ella.

La sustancia en cuestión (el tetra hidro cannabinol) llega a dos receptores del cerebro, el CB1 y el CB2, al igual que ocurre cuando se ingiere la droga. El primero de ellos es el responsable de los efectos mentales, el colocón -de hecho, Ceballos comenta que el primer día las ratas estaban atontadas-, mientras que al activarse el segundo, el CB2, no existen estos efectos, pero sí diminuye la actividad microglial y, por tanto, la muerte neuronal.De ahí que su próximo objetivo sea suministrar a estos roedores una molécula sintética que sólo active el receptor CB2, de forma que se les evite la sensación de estar drogados. Esta molécula ha sido desarrollada por el doctor Huffman, de la Universidad de Clemson (EEUU).

Control de dosis

De Ceballos, cuyo trabajo se publica hoy en la revista The Journal of Neuronscience, insistía, no obstante, que para obtener este beneficio de un cannabinoide es fundamental controlar las dosis y la duración de los tratamientos, para no producir el efecto contrario. De hecho, recuerda que investigaciones previas ya han demostrado que el cannabis es un neuroprotector en daños cerebrales agudos o fuertes contusiones.

Para la investigadora, es pronto para pensar en un fármaco basado en su descubrimiento. «Que queda mucho por hacer para comprobar si se puede eliminar el progreso del Alzheimer», afirma.
No es la primera vez que se observan ventajas del cannabis para el Alzheimer. En 2003, otra investigación desveló que esta droga reduce el nerviosismo y favorece el aumento de peso en pacientes con esta enfermedad.