GUADALAJARA, Jal.- El uso excesivo de celulares, computadoras portátiles, videojuegos y aparatos para reproducir archivos MP3 genera adicción en niños y adolescentes, afirmó ayer el investigador de la Universidad de Guadalajara (UdeG), Francisco Gutiérrez Rodríguez.
En un comunicado, el director de Centro de Información e Investigación Psicológica de esa casa de estudios advirtió que estas herramientas pueden causar severos problemas sicológicos y llevar a conductas delictivas.
Indicó que el deseo de estar a la moda en equipos de telefonía produce necesidades ficticias en los menores, las que de no ser satisfechas derivan en depresión, tristeza, frustración y pérdida del control de impulsos, que los llevan a aumentar sus exigencias.
Apuntó que el celular ha sido considerado un medio de comunicación indispensable, pero «el uso que los jóvenes dan a éste no es el más adecuado». Este aparato da cierta tranquilidad al padre de familia, pues representa una manera de saber dónde está su hijo. Para ellos, en cambio, significa ser aceptados socialmente.
Símbolos de estatus
«Es un sinónimo de estatus y prestigio. Los niños y adolescentes exigen que el celular reúna ciertas características: que envíe mensajes multimedia, tenga MP3, cámara y sea ultradelgado, a fin de sentir que pueden competir con el resto de sus amigos».
Gutiérrez subrayó que los celulares han sido absorbidos por el mundo de la mercadotecnia, ya que facilitan el acceso a otros objetos de consumo.
«En los medios de comunicación, invitan al joven a enviar un mensaje para recibir información de espectáculos, consejos para atraer a la pareja, horóscopos, etcétera, lo que evita el desarrollo de habilidades sociales que les permitan relacionarse con otros», dijo.
Distractores
Tales reclamos inciden en la economía familiar, pues el costo de teléfonos tan sofisticados o de los «servicios» que pueden solicitar es elevado y muchas veces los padres no están en condiciones de cubrir ese gasto, puntualizó. Sin embargo, consideró que uno de los mayores inconvenientes de los celulares es que su uso afecta el aprendizaje: puede generar déficit de atención, poca motivación y reducir el interés para el estudio y los asuntos académicos.
Por ello, aconsejó a los padres de familia fomentar entre sus hijos el uso moderado de tecnologías como ésta.