En salud mental, ciertos problemas pueden llevar la etiqueta de factor de riesgo y al mismo tiempo la de enfermedad. Es como si la misma realidad pudiera ser abordada como causa y como consecuencia. Puede que para ciertas áreas del conocimiento este fenómeno sea común o haya consenso acerca de cómo tratarlo. Pero en el ámbito de la salud, esta falta de definición trae consecuencias importantes en la manera en que se identifican y tratan temas que afectan el día a día de una fracción importante de la población. Un ejemplo de ello son las adicciones.

El estudio Global Burden of Disease (carga global de enfermedades) es una iniciativa que ha permitido continuar y mejorar la propuesta inicial de la Organización Mundial de la Salud (OMS) de recabar datos a nivel internacional para poder tener una visión amplia sobre el estado de la salud en diferentes poblaciones. Es un estudio que aglomera datos de múltiples países en todo el mundo, desagregados por variables clave como edad y sexo, y que permite identificar diferencias y similitudes que pueden ayudar a reconocer factores causales de salud, enfermedad y calidad de vida. Este estudio permitió, hace algunos años ya (se publicó en 2011), sacar conclusiones sobre el estado de la salud de las personas entre 10 y 24 años en todo el mundo. Entre otras cosas, el trabajo indicó que dos de los principales factores de riesgo involucrados en la pérdida de años de vida ajustados por discapacidad (DALYs) en personas de ese grupo de edad era el alcohol y el uso ilícito de drogas.

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