Una planta venerada, con larga importancia cultural en Sudamérica, ha sido reducida a la categoría de «droga peligrosa», con severas ramificaciones legales en la mayoría de los países.

En los últimos años, el Ayahuasca Defense Fund de ICEERS ha recibido varias solicitudes para prestar apoyo legal en juicios relacionados con la hoja de coca. Como resultado, ICEERS y el Transnational Institute han desarrollado estrategias de defensa centradas en tres elementos: los derechos humanos, la revisión de las pruebas toxicológicas realizadas y la impugnación de la prohibición internacional de la hoja de coca bajo el pretexto de su «toxicidad». Estos esfuerzos promueven el contexto cultural de las plantas tradicionales, apoyan estos derechos en los tribunales y replantean la forma en que la coca y otras plantas son consideradas ante la ley.

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