Según el estudio, realizado en una muestra de 1.600 usuarios de centros asistenciales de UNAD -de los cuales el 77 por ciento eran varones- el 35 por ciento reconoció la permanencia del uso de la vía parenteral para administrarse la droga. Además, la edad media de los usuarios se situaba entre los 26 y los 40 años, con un promedio de 240 días de asistencia.
La coordinadora de la investigación y socióloga, Lira Ema Rodríguez, precisó, en declaraciones a Europa Press, que el 35 por ciento de estos drogodependientes reconoció no utilizar preservativos en sus relaciones sexuales ocasionales, «una cifra inferior al total de la población española que alcanza el 41 por ciento», según los últimos datos facilitados por el Plan Nacional sobre el Sida.
Asimismo, Rodríguez afirmó que el 70 por ciento de los usuarios que acuden a los centros de UNAD recibe un consejo individualizado y sistemático sobre la prevención del sida. No obstante, sería conveniente incrementar y mejorar la capacidad preventiva, para lo que se tendría que aumentar la cantidad de profesionales en relación con el número de usuarios atendidos, añadió.
En cualquier caso, la experta también resalto que casi la mitad de estos centros investigan y analizan el ámbito de la drogadicción vía parenteral, a pesar de tratarse de centros de emergencia.
En dicho estudio se han testado un total de 33 recursos asistenciales (25 cetros de día y 8 centros de encuentro y acogida) de 11 comunidades autónomas. Asimismo, participaron 313 profesionales de diversos ámbitos como educadores, psicólogos, médicos y administrativos.
Por su parte, el presidente de UNAD, Luciano Poyato, aseguró que «se puede mejorar la prevención de VIH y otras enfermedades de transmisión sexual en estos centros asistenciales para drogodependientes». Además, también se trabaja para evitar el estigma social que sufren los afectados, y velar por la defensa de sus derechos y mejora de la calidad de vida.
Concretamente, en España se ha producido un ligero descenso en el número de casos de esta enfermedad, aunque la cifra de nuevos casos se sigue manteniendo hasta 3.500 infectados cada año. Además, se estima que fallecen unas 1.700 personas anualmente por esta patología.
Formación de los profesionales
Por su parte, la delegada del Plan Nacional sobre Drogas, Carmen Moya, apostó por la necesidad de mejorar y favorecer la formación de los profesionales que ofrecen atención a los drogodependientes con la finalidad de prevenir nuevos contagios de VIH.
«Estos trabajadores tienen un papel fundamental para orientar y llevar a cabo acciones para disminuir el consumo de drogas y dar calidad asistencial a los afectados», dijo durante la inauguración de las «III Jornadas de Recursos Asistenciales de UNAD: VIH, patología dual y otros temas de interés sanitarios», que se celebran en Madrid.
Por otra parte, el concejal de Seguridad y Servicios a la Comunidad del Ayuntamiento de Madrid, Pedro Calvo, señaló que los contagios del sida por la vía parenteral están disminuyendo gracias a los programas de prevención de los años noventa. Sin embargo, precisó, «los responsables políticos y técnicos no deben bajar la guardia, ya que existe una amenaza de rebrote de la enfermedad fundamentalmente por transmisión sexual».
Además, España registra unas tasas de VIH de las más altas de los países de Europa Occidental con 45 nuevos casos por cada millón de habitantes y, concretamente Madrid tiene unas cifras muy elevadas (70 casos por cada millón de habitantes). Por ello, manifestó la importancia de impulsar las acciones preventivas.