El perfil psicosocial de los menores tratados en la red de Proyecto Hombre durante señala que la sustancia más consumida es el alcohol, seguida del cannabis, el éxtasis y los barbitúricos. Además, el consumo se produce a edad más temprana en las chicas que en los chicos.
Asimismo, la encuesta revela que el 91,4% vive con su familia, de los que el 20% sólo lo hace con uno de los dos progenitores, preferentemente con la madre. El resto, en torno al 8,4% vive en algún tipo de institución, como centros de menores o pisos tutelados.
Por otro lado, el 50% de los jóvenes está estudiando o realizando algún curso de formación laboral, el 30% trabaja y el 20% está desocupado. En cuanto al tratamiento, lo realizan el 75% de los menores que acuden a la primera entrevista con su familia en el centro de Proyecto Hombre.
A este respecto, un 40% recibe el alta terapeútica, que se da después de un año en tratamiento, cuando se han cumplido los objetivos: abandono del consumo de drogas, mejoría de las relaciones familiares, aumento de la autoestima, reinicio del ritmo escolar e incorporación al mundo laboral. No obstante, el 30% de los menores abandona el tratamiento, algo que suele suceder en el primer trimestre y especialmente en las dos primeras semanas.