La aplicación de la ley antitabaco en las sociedades gastronómicas se ha convertido en una entrega por capítulos en la que, probablemente, algún lector se encuentre perdido. Recapitulemos. Primero el Gobierno Vasco dijo que prohibiría fumar en estos locales por considerarlos un espacio de uso colectivo; luego, que dejaría la decisión en manos de los socios; más tarde, que sí se vetaba el tabaco en aquellos espacios que estuvieran registrados como asociaciones -casi todos- y la última versión, ofrecida ayer por el Departamento de Sanidad, es que, antes de mover ficha, la sentencia final se tomará de acuerdo a la estrategia común que están elaborando las 17 comunidades autónomas con el Ministerio de Sanidad. ¿Conclusión? Volvemos al punto de partida: de momento en las sociedades gastronómicas se puede fumar, salvo si hay niños, trabajadores o los socios han decidido lo contrario en asamblea.

«Hoy no podemos decir que está prohibido fumar en las sociedades gastronómicas», reconoció ayer el viceconsejero de Sanidad, Jesús María Fernández, durante una rueda de prensa en Donostia para presentar las conclusiones del primer estudio sobre el cumplimiento de la nueva normativa que prohíbe fumar en todos los espacios públicos y de ocio cerrados desde el pasado mes de enero.

Los resultados del informe, que evidencian un grado de cumplimiento elevado en todos los sectores salvo en los locales de ocio nocturno, quedaron eclipsados en el turno de preguntas por la incógnita estrella de la ley, convertida en el talón de aquiles de los propios legisladores: qué pasa con las sociedades gastronómicas.

Fernández admitió que la pregunta no tenía «una respuesta sencilla», a las vista de las diferentes interpretaciones que se están haciendo y del «complejo» desarrollo legislativo de las normas estatal y autonómica. El grupo de trabajo en el que participan representantes de todas las comunidades autónomas para clarificar las dudas que ha suscitado la norma ha planteado en un documento hasta «cuarenta casuísticas diferentes» pendientes de ser clarificadas para su correcta aplicación. Una de ellas es la que tiene que ver con las sociedades gastronómicas. Pero no sólo. También las sociedades recreativas, las peñas taurinas o las sociedades deportivas están a falta de saber si serán objeto de las restricciones de la ley, especificó. No contribuyó a despejar una de las principales lagunas de la ley antitabaco las contradictorias valoraciones emitidas desde el Ministerio de Sanidad. Un informe redactado por la Dirección de Salud Pública del Ministerio de Sanidad para el gabinete jurídico Hispajuris, que representa a la Federación de Hostelería del País Vasco, dejó claro que en las sociedades no se podía fumar. El escrito señala que no se permite hacerlo en espacios cerrados de «asociaciones, sociedades civiles, culturales, recreativas, deportivas, gastronómicas, ni de ningún otro tipo». No obstante, el Ministerio rectificó al día siguiente que la decisión competía exclusivamente a las comunidades autónomas. El autor del informe difundido por este periódico, Ildefonso Hernández Aguado, fue destituido la pasada semana.

«No se puede microrregular»

Visto el revuelto panorama, Sanidad ha decidido esperar a la estrategia que se adopte entre todas las comunidades antes de tomar cualquier tipo de iniciativa. «Seguimos estudiando cuál va a ser la aplicación de esta medida», dijo Bengoa. ¿Y qué significa en la práctica esta pausa? De momento, se podrá fumar en las sociedades. «Es evidente que si hay niños o trabajadores no», apostilló Bengoa quien apeló a la «autorregulación», informando, educando y buscando que se respeten los derechos de los no fumadores, porque considera que la ley antitabaco «no puede descender a microrregular» toda la «enorme» variedad de locales. En este sentido alabó el convencimiento de aquellas sociedades en las que ya se ha tomado la decisión de prohibir el tabaco en su interior, tres de las cuales han escrito al departamento para «agradecer» la aprobación de la norma.

Celina Pereda, directora de Drogodependencias, señaló que «muchos socios nos han pedido que se prohíba el tabaco en las sociedades», y que en la Dirección de Drogodependencias se han recibido «muchas consultas» al respecto. «Apoyamos ese debate interno para avanzar en la conciencia ciudadana» de respetar a los no fumadores, afirmó Pereda. Por su parte, el viceconsejero de Sanidad explicó que, una vez se adopte una decisión homogénea en todas las comunidades, el documento se llevará a la Comisión de Salud Pública en las próximas semanas. Lo que aún no se ha estudiado es si ese desarrollo se tendrá que hacer mediante decreto o si no será necesario.