El tabaquismo afecta negativamente a la supervivencia de los pacientes con cáncer de cabeza y cuello. Un estudio que se publica hoy en el Journal of Clinical Oncology demuestra que los pacientes que no han fumado más de cien cigarrillos en su vida triplican la probabilidad de tener una mejor supervivencia global, específica de la enfermedad y libre de recidiva, comparados con los enfermos con historia previa o actual de tabaquismo.
El equipo de Erich Sturgis, del Centro de Cáncer M. D. Anderson de la Universidad de Texas, en Houston (Estados Unidos), ha comparado la supervivencia en parejas de enfermos con cáncer de cabeza y cuello que diferían en el tabaquismo, pero coincidían en el resto de factores. Para el trabajo se empleó una base de datos con más de 500 pacientes recién diagnosticados de cáncer de cabeza y cuello, entre los que había 83 no fumadores.
Emparejamiento
Cada no fumador fue emparejado con una persona con hábito tabáquico de la misma edad, sexo, localización tumoral, estadio y estado ganglionar. Aplicando estos criterios se consiguieron 50 parejas para analizar.
«Los hallazgos confirman trabajos previos que sugerían la existencia de diferencias moleculares entre los tumores de fumadores y no fumadores que podían reflejar dos tipos distintos de cánceres», ha señalado Sturgis, para quien «este trabajo sugiere que los cambios que sufren los fumadores pueden suponer mayor agresividad de la enfermedad que se traduce en una peor supervivencia».
Aunque el riesgo relativo de desarrollar un cáncer de cabeza y cuello es de 3 a 12 veces mayor en los fumadores, el impacto del tabaco en el pronóstico de la enfermedad no estaba claro. Estudios previos encontraron un inconveniente al medir el efecto del consumo de tabaco en la supervivencia, porque los no fumadores que desarrollan la enfermedad suelen diferir demográficamente hablando de los pacientes con historia pasada o presente de tabaquismo.