El tabaco mata a unas 1.000 personas a la semana en España, lo que supone unas 56.000 muertes al año y lo que le sitúa por delante del Sida y de los accidentes de tráfico. Los neumólogos insisten en que la Administración debe hacerse cargo del tratamiento de los fumadores como enfermos crónicos, dado que el cáncer bronquial es la primera causa de muerte en España y la obstrucción respiratoria crónica la tercera, según se puso de manifiesto ayer en el VIII Congreso de la Sociedad Madrileña de Neumología y Cirugía Torácica.

El director de la Unidad de Tabaquismo del Instituto de la Salud de Madrid, Carlos Jiménez Ruiz, destacó que los expertos mundiales consideran que la adicción a la nicotina es una enfermedad crónica, que puede ser tratada farmacológicamente con éxito. «Por ello es importante que los profesionales sanitarios se conciencien en tratar a los fumadores», dijo. El doctor Jiménez insistió en la necesidad de que la Administración sanitaria y las aseguradoras privadas se hagan cargo de un tratamiento cuyo coste-beneficio «es más eficaz» que los subvencionados por la salud pública para la hipertensión o la hipercolesterolemia.

Las investigaciones actualmente están dirigidas a conocer el fondo genético de la adicción al tabaquismo. Según Carlos Jiménez, hay fumadores que responde satisfactoriamente a un tratamiento, mientras que otros no consiguen superar la adicción, por ello «se buscan marcadores genéticos» para determinar la terapia que tiene que ser aplicada.

A la espera de la vacuna

La otra línea de investigación es la vacuna contra el tabaquismo, que ya ha superado la fase de experimentación en animales y está en prueba sobre humanos. El doctor Jiménez dijo que la vacuna está orientada en dos vías, una para actuar y bloquear la llegada de nicotina al cerebro y otra encargada de destruirla.