Los resultados de un estudio prospectivo de un equipo de California Department of Health Service, de Oakland (Estados Unidos), señalan que fumar aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Este riesgo se incrementa con la intensidad y, en menor grado, con la duración del hábito.
Los investigadores examinaron el riesgo de cáncer de mama entre 116.544 que participan en el actual California Teachers Study. Las mujeres participantes, que fueron seguidas anualmente en cuanto a cáncer y supervivencia, declararon sus hábitos de fumar al ser seleccionadas en 1995.
Entre 1996 y 2000, un total de 2005 mujeres desarrollaron cáncer de mama invasivo, según informa el «Journal of the National Cancer Institute». La incidencia de cáncer de mama fue aproximadamente de más de un 30% entre las mujeres que se identificaron a sí mismas como fumadoras activas, en 1995.
Este riesgo suponía un incremento notablemente similar si las fumadoras activas se comparaban a las no fumadoras, tanto si eran o no fumadoras pasivas.
Se halló también una mayor prevalencia, estadísticamente significativa, de cáncer de mama en mujeres que empezaron a fumar muy jóvenes, en las que comenzaron al menos 5 años antes de su primer embarazo a término, o en las que tenían historia más intensa o más larga de tabaquismo.