En vísperas de que la reforma de la ley del tabaco inicie su andadura parlamentaria mañana, no faltan estudios que avalen lo beneficioso que resultaría para todos abandonar el hábito de los cigarrillos y prevenir esta adicción. Dejar de fumar no sólo favorece al que lo hace sino también a toda la sociedad, como demuestra un informe del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT) que evalúa el gasto sanitario que se lleva todos los años el tabaco. De los casi 100.000 millones de euros dedicados al presupuesto sanitario (tanto público como privado), un 15% se destina al diagnóstico y tratamiento de enfermedades relacionadas con el tabaco. En 2009 fueron 15.336 millones, sin contar otros 530 millones invertidos en los fumadores pasivos.

El tabaco está en el origen de una amplia lista de dolencias, pero el CNPT destaca que hay al menos 29 problemas de salud relacionados directamente con esta adicción, aunque el grueso del gasto se lo llevan cinco. En concreto, señala, en primer lugar, la enfermedad coronaria cuyo coste supuso en 2009 más de 3.600 millones de euros. Le siguen la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) (casi 3.000 millones de euros), los trastornos cerebrovasculares (710 millones), el asma (267 millones) y el cáncer de pulmón (163 millones).

Más gastos que ingresos

Mal negocio si se tiene en cuenta que el Estado recaudó el pasado año 7.718 millones de euros por la vía de los impuestos especiales al tabaco, un suculento bocado que de poco sirve pues por cada euro ingresado se gastaron dos en costes sanitarios y sociales a causa de enfermedades provocadas por esta adicción.

Y es que retirarse de los cigarrillos no sólo genera beneficios en la salud, sino que también supone un ahorro para todos. Por dar un ejemplo: el gasto que supuso el tabaco para las empresas públicas y privadas desde que entró en vigor la actual ley que prohíbe fumar en esas compañía supera los 7.500 millones de euros. Esa cifra incluyen variables como el absentismo de los fumadores por causas de salud o la limpieza de las instalaciones, sobre todo en hostelería.

Con todas esas cuestiones sobre la mesa y en un debate que parece no tener fin, mañana el Congreso de los Diputados votará si toma en consideración una proposición de ley socialista para reforma la actual legislación del tabaco. Entre otras iniciativas recoge la prohibición de fumar en todos los lugares públicos cerrados.