En Escocia, la semana ha comenzado sin malos humos. Una nueva ley, en vigor desde el 26 de marzo de 2006, prohíbe el consumo de tabaco en la mayoría de los lugares públicos cerrados y convierte a la nación en la primera de Gran Bretaña en implantar una norma de este tipo.

De los cinco millones de personas que componen la población escocesa, un 30% fuma. Esta cifra supone la más alta de toda Gran Bretaña y se complementa con las menores expectativas de vida que también se registran en Escocia. Además, cada año el tabaquismo pasivo se cobra la vida de cerca de 1.000 personas.

«Tenemos una reputación no saludable y vamos a cambiarlo», señala el primer ministro Jack McConnell. Pero el tabaco no es el único causante de esta mala fama. El excesivo consumo de alcohol, la mala alimentación o la falta de ejercicio son otros de los factores que influyen directamente.

En un intento global por mejorar la salud de la población, marcado por distintas iniciativas, aparece esta nueva ley antitabaco. «Tenemos el récord de ser una nación con demasiada enfermedad cardiaca, cáncer y víctimas de infarto cerebral», añade McConnell.

La normativa prohíbe el consumo de tabaco en los lugares públicos cerrados, con pocas excepciones. Y los que la incumplan serán sancionados con un mínimo de 50 libras (unos 72 euros).

Aunque las encuestas nacionales indican que la mayoría de la población apoya la prohibición del consumo, una parte de los ciudadanos -sobre todo los del sector de la hostelería- temen que la normativa pueda afectarles de forma negativa. No obstante, según distintos medios británicos, los dos primeros días de implantación de la ley parece que han transcurrido con total normalidad.

Evaluar el impacto de la ley

Coinciendo con la entrada en vigor de la ley, el Servicio Nacional de Salud (NHS, sus siglas en inglés) ha puesto en marcha una estrategia para evaluar el impacto de la ley que incluye el proyecto sobre «Salud de los Trabajadores de los Bares y Exposición al Humo del Tabaco Ambiental» (BHETSE).

Dicho estudio pretende conocer la eficacia de la normativa sobre la salud de los trabajadores de los bares de Escocia. Y determinar si la ley anima a estos empleados a dejar de fumar.

Según publica la BBC, los especialistas han recopilado información sobre el funcionamiento pulmonar de una serie de camareros de Aberdeen, Edimburgo, Glasgow y Borders. Los datos se recogerán dentro de dos meses y a comienzos del año 2007.