La Generalitat de Cataluña prevé cerrar en septiembre un acuerdo con el Ministerio de Sanidad para dispensar extractos de marihuana con fines terapeúticos. La Generalitat quiere dispensarla en las farmacias, pero en el Ministerio aseguran que sólo aceptarán su empleo los hospitales de Barcelona, dentro de un plan piloto y «bajo estricto control médico».

La Generalitat está a punto de cerrar un acuerdo con un laboratorio británico que producirá la sustancia. El Gobierno catalán está respaldado por el Colegio de Farmacéuticos de Barcelona y pretende evaluar la eficacia del análogo sintético (nabilona) con la planta.

Pero la autorización del Ministerio no es suficiente para la Generalitat, que desea que la marihuana pueda ser dispensada con fines terapéuticos y receta en algunas farmacias de Cataluña, además de en las farmacias de los hospitales.

El Sistema Nacional de Salud sólo tiene autorizada la prescripción hospitalaria de nabilona, un fármaco que ha sintetizado los principios del cannabis y que tiene que ser importado. Su utilización sólo es válida para tratar las náuseas y vómitos de pacientes con cáncer que se someten a quimioterapia y han fracasado con tratamientos tradicionales.