Enero y febrero son los meses en los que más fumadores quieren dejar de serlo, según los datos registrados en los archivos de la unidad especializada de tabaquismo de la Comunidad de Madrid. La razón, seguramente, es que quieren comenzar el año con ese propósito para afrontar el resto con una mejor salud y condición física, especula el doctor Ángel Luis Guirao, responsable de la unidad.

Pero, según afirma la doctora Teresa Salvador, psicóloga y miembro fundadora del Comité Nacional de Prevención del Tabaquismo, dejar de fumar no es cuestión de voluntad. «Lo de la fuerza de voluntad es un mito. Todas las personas nos movemos por motivaciones y podemos lograr lo que nos propongamos si creemos que los beneficios que obtendremos compensan nuestro esfuerzo. Sí es cierto que hay que querer dejarlo, pero solo cuando hacemos nuestros los motivos por los que merece la pena intentarlo es cuando estaremos en situación óptima para conseguirlo», resalta esta experta.

Y cualquier sistema es válido si da resultados. De hecho, este servicio tiene previsto poner en funcionamiento el año próximo el teléfono de ayuda al fumador, con el objetivo de lograr deshabituarse sin necesidad de acudir al centro. Eso sí, será para los menos enganchados.