Hoy es el Día Nacional sin Juego de Azar, pero la Asociación Alavesa de Jugadores en Rehabilitación, Asajer, está más para reivindicaciones que para celebraciones. ¿La razón? Cinco de cada diez ludópatas alaveses aún no ha llegado a la treintena. Idoia Axpe, presidenta y psicóloga del colectivo, analiza un dato «que preocupa».
La Organización Mundial de la Salud reconoce la ludopatía como una enfermedad. ¿La sociedad lo asume como tal o aún lo ve como un mero vicio?
– Por desgracia, la ludopatía no se asocia en general con algo que genera un trastorno, sino con algo que uno busca y que hace porque le da la gana.
Se estima que 4.900 alaveses están enganchados a los juegos de azar. ¿Cuántos piden ayuda?
– Muy pocos. Ahora mismo, en Asajer, hay 40 personas en tratamiento. Todos son hombres, menos dos mujeres, y tienen de 19 a 73 años. Éste es un problema que en casa se tapa. Hasta que no detona, se esconde por vergüenza y por desconocimiento.
El 48% de los ludópatas tiene menos de 30 años. ¿Hay que buscar los culpables en los videojuegos, la telefonía móvil e Internet?
– En todo caso, en su mal uso. No se trata de culpabilizar a Internet o a los videojuegos de las adicciones en jóvenes.
Entonces, ¿cuáles son las raíces del problema?
– El inicio de los jóvenes en el juego se produce, como en el caso de los adultos, de la manera más inocente. Se acercan a determinados juegos y supuestamente ahí topan con sensaciones que no encuentran fuera.
Y cada vez le dedican mucho más tiempo.
– Claro, bien para pasar de pantalla o, en el caso del chat, para mantener, en teoría, relaciones estupendas en un mundo muchas veces de fantasía. Pero no todas las adicciones en jóvenes provienen de Internet. Por eso, es imprescindible que el Gobierno vasco sea más firme en el cumplimiento de la Ley del Juego con respecto a los menores.
El ludópata, ¿busca lucrarse en los juegos de azar o sólo evadirse?
– No, no. El ludópata no busca divertirse. De hecho, raramente lo consigue. Lo que intenta es no pasarlo mal. Cuando un adicto juega trata de calmar su sed de juego. Y a la vez, mientras lo hace, intenta olvidar otros conflictos que pueda tener en su vida.
Síndrome de abstinencia
¿Qué se esconde en la trastienda de una persona con este problema?
– Todos somos jugadores sociales. La gran mayoría compra la bonoloto, la ONCE, hace la quiniela, va al bingo, a un casino o echa dinero en una tragaperras. Hay una serie de personas que descubren que de esa manera pueden ganar dinero o que obtienen placer, y empiezan a jugar más a menudo.
¿Qué diferencia hay entre una persona enganchada a la cocaína y otra, a las máquinas tragaperras, aparte de las secuelas físicas?
– Cuando se produce un proceso de limpieza en un adicto a una droga ilegal o al alcohol, queda la parte pura de la adicción, que es la psicológica. Ésa es la que tienen los adictos al juego. Es decir, estas personas también tienen síndrome de abstinencia. La ludopatía es una de las adicciones más puras, precisamente porque no necesitan inducirse al juego a través de ninguna sustancia. Pero muchas veces no se considera adicción porque no mata, pero casi, porque lleva a la destrucción.
¿Cuáles son las probabilidades de recuperación de una persona que se pone en manos de Asajer?
– Si estás dispuesto a invertir dos años y medio de tu vida a reorientarla, bastantes.