Una papelina de heroína cuesta ahora el triple que hace unas semanas debido a que la guerra de Afganistán impidió a los traficantes usar sus tradicionales rutas para introducirla en Europa. Por ello, Interior ha alertado a los centros de drogodependientes del previsible aumento de droga adulterada, con grave peligro de muerte para los toxicómanos.

Además, los expertos de la lucha contra el tráfico de estupefacientes creen que algunos narcos atesoran su mercancía en países como Turquía, a la espera de que el precio suba aún más. La falta de heroína en la calle hace que algunos trapicheros hayan empezado ya a vender droga adulterada.

La escalada bélica que azota Afganistán desde octubre afecta también al mercado español de sustancias ilícitas. Según informa el delegado del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, Gonzalo Robles, los expertos de la lucha contra el tráfico de estupefacientes detectaron en las dos últimas semanas una considerable falta de heroína en la calle. Ello ha hecho que su precio se dispare, llegando a costar el triple de lo habitual en algunas ciudades como Madrid -habitual punto de llegada de la droga y desde donde luego es distribuida a toda España.

De acuerdo con las cifras que manejan los investigadores, una dosis de caballo –0,1 gramos, con un grado de pureza del 24%– costaba en el segundo semestre de 2001 poco más de 9 euros (unas 1.500 pesetas). Por un gramo –diez de estas dosis, pero compradas de golpe y con una pureza del 33%– había que pagar 64 euros (10.650 pesetas). A día de hoy, según los expertos, quienes aún puedan comprarla podrían estar pagando hasta 27 euros (casi 4.500 pesetas) por una dosis o 192 euros (unas 32.000 pesetas) por gramo.

Aumento de la demanda

Pero esta falta de droga en el mercado no sólo afecta al precio que sus consumidores habituales pagan por ella. Según Gonzalo Robles, el Gobierno ha detectado también un aumento considerable en la demanda de metadona y otros sustitutivos que los drogodependientes necesitan para suplir la falta de heroína.

También ha alertado a los centros de tratamiento de drogodependientes de toda España. Los expertos prevén un aumento de las adulteraciones. En algunas ciudades españolas, según el responsable gubernamental, éstas ya han sido detectadas.

El Gobierno teme que esta subida incremente la delincuencia, pues los adictos precisarán el triple de dinero para adquirir sus dosis. Según Robles, la situación empieza a notarse sólo en algunas ciudades, mientras que en otros lugares, «quizás porque el consumo es menor o porque había stocks», es menos visible.

La heroína que llega a España es marrón, lo que demuestra que viene de Asia, pues la colombiana es blanca. Según él, la situación se debe a que la guerra de Afganistán ha afectado a las rutas que utilizan los traficantes para trasladar la droga procedente del Creciente Dorado (Afganistán y Pakistán) primero hasta Irán y después hasta Turquía. Desde allí, la introducen en la Unión Europea a través de los Balcanes o de Centroeuropa.