El consumo de porros (cannabis) y tabaco entre los jóvenes escolares de Irun ha descendido en los últimos cinco años, según un estudio sobre el consumo de drogas promovido por el área de Bienestar Social del Ayuntamiento. En lo que respecta a la ingesta de alcohol, un mayor número de jóvenes ha admitido consumirlo, aunque el porcentaje de bebedores excesivos o en riesgo ha disminuido un 2%, aproximadamente, lo que indica que el consumo es más controlado. Por su parte, el consumo de otras drogas ilegales (cocaína, heroína, éxtasis…) es inexistente.
Este estudio fue desarrollado por el Instituto Deusto de Drogodependencias en noviembre de 2006, a través de cuestionarios en los que participaron 501 jóvenes de entre 12 y 19 años de diez centros escolares de Irun. La investigación está precedida por otra similar desarrollada en el año 2001, lo que ha permitido conocer la evolución de los consumos.
Algunos de los resultados extraídos del estudio señalan que el 38% de los escolares dice haber consumido cannabis en algún momento de su vida, frente al 53% en 2001. Durante el último año lo ha hecho un 33,2% y durante el último mes el 21,8%. «Es significativo que el porcentaje de chicas que lo han probado (42%) es mayor que el de chicos (35%), aunque en el caso de los consumos periódicos es mayor el porcentaje de chicos», explicaba Nieves García del Moral, coordinadora del estudio.
Porros y alcohol
La investigación ha detectado además, que el consumo de porros se acentúa con la edad. Los datos concluyen que los jóvenes iruneses se inician a los 14 y 15 años y los que más consumen son los de 19. Esta conclusión es aplicable también al consumo de alcohol. Cuanto mayor es el escolar, más ingiere. (El 73,7% de los que más beben son mayores de 19 años). Ambos consumos van, la mayoría de las veces, de la mano, ya que el 82% de los fumadores admite que bebe los fines de semana. «El alcohol es la droga más probada y consumida por los jóvenes», declaraba García del Moral. «Al igual que en 2001, el consumo se centra en fines de semana».
Un 36,5% de los encuestados dice ser abstemio o casi abstemio, frente al 46,3% que lo declaraba en 2001. De ellos, un 40,3% son chicos y un 32% chicas. Además, un 4,6% menos, respecto a hace cinco años, se considera poco bebedor.
A pesar de ello, hay una mejora en el porcentaje de jóvenes que dicen ser bebedores excesivos o en riesgo. Un 1,6% menos, respecto a 2001, se declara como tal, el 35,6% concretamente, frente al 37,2% de hace cinco años. Además, «ha descendido el número de escolares que se ha emborrachado en más de tres ocasiones. Así que, se concluye que, «aunque cada vez más jóvenes prueban el alcohol, lo consumen en menor cantidad, de forma más controlada», comentaba García del Moral.
Este dato es corroborado por el número de ingresos por coma etílico que ha registrado el Hospital Comarcal. «De trece ingresos de este tipo hace tres años, se ha pasado a cero», comentaba Juana de Bengoechea.
El lugar más frecuentado por los jóvenes para el consumo de alcohol es la calle, seguido de los bares y los pubs, las discotecas, la casa y, por último, los locales.
En cuanto al tabaco, de entre los encuestados, un 74,7% señala que no son fumadores (70% en 2001). Esto indica que, en los últimos cinco años, el consumo ha descendido. Un tercio de los jóvenes afirma «sentir presión para fumar por parte del grupo de amigos».