El director general de la Organización Mundial de la Salud, Jong Wook Lee, instó ayer a los países a que firmen y ratifiquen cuanto antes el Convenio Marco para el Control del Tabaco (CMCT) para impedir la pérdida de más vidas humanas a causa de enfermedades relacionadas con el tabaquismo.
El máximo responsable de la OMS lanzó este llamamiento con ocasión del primer día de la XII Conferencia Mundial sobre el Tabaco y la Salud, que tiene lugar en Helsinki (Finlandia) y ha reunido a más de 2000 defensores del control del tabaco procedentes de todo el mundo.
El convenio, adoptado por unanimidad el pasado mes de mayo por los 192 estados miembros de la OMS, ha sido ratificado de momento sólo por Noruega. Es preciso que un total de 40 países ratifiquen el Convenio para que éste pueda entrar en vigor y convertirse en un documento jurídicamente vinculante.
“El éxito del CMCT como instrumento de salud pública dependerá del empeño y el compromiso político que los países pongan durante los próximos años en su puesta en práctica. Gracias a él se lograrán para todos importantes beneficios en materia de salud pública”, afirmó Jong Wook Lee.
El director general de la OMS subrayó que el tabaco no sólo es un problema de salud pública sino también de desarrollo, puesto que sus efectos son “particularmente perniciosos” entre los pobres, y puede incluso contribuir a la malnutrición, si el dinero se destina a la compra de cigarrillos en lugar de a alimentos.
Tras remarcar que el nivel de las obligaciones impuestas por el Convenio Marco “no es el óptimo”, alentó a los países a contemplar la introducción de medidas que vayan más allá de los requisitos previstos en el texto, que recoge obligaciones como advertencias sanitarias que ocupen la mitad de la superficie de los paquetes de cigarrillos, una prohibición total de la publicidad y medidas encaminadas a proteger a las personas contra la exposición al humo en espacios públicos cerrados.