Las publicaciones son el resultado palpable y evaluable de la actividad científica y, por tanto, forman parte del proceso investigador. A pesar de ello, a menudo, para muchos profesionales ‘escribir’ los resultados de su labor investigadora sigue siendo una ‘pesadilla’, ya que el aprendizaje de estas habilidades suele adquirirse de manera informal y no es fácil compatibilizar la faceta investigadora con el trabajo asistencial diario.
Con el objetivo de mejorar la capacidad de comunicación de la información científica de los profesionales del laboratorio clínico, la Sociedad Española de Bioquímica Clínica y Patología Molecular (SEQC) ha celebrado, junto a la Fundación Dr. Antonio Esteve, el seminario Cómo redactar un artículo científico, que ha tenido lugar en Barcelona esta semana.
Según afirma M. Àngels Ruiz Mínguez, de la Comisión de Laboratorio Clínico basado en la Evidencia Científica de la SEQC, “la publicación científica y la difusión de los resultados constituyen uno de los pilares fundamentales de la actividad científica. Sin embargo, tradicionalmente se ha considerado que es algo que todos sabemos hacer de manera implícita, aunque en realidad la escritura científica se basa en unas técnicas concretas y unas habilidades que pueden aprenderse”.
Tal como apunta Nuria Giménez Gómez, de la Comisión de Laboratorio Clínico basado en la Evidencia Científica, “entre los factores que contribuyen a obstaculizar la difusión de los resultados científicos en revistas, se incluye la multitud y complejidad de aspectos que deben tenerse en cuenta: redacción, estilo, presentación de los datos relevantes de forma comprensible, estadísticas, elección de la revista adecuada y otros. Sin olvidar que las revistas con gran impacto científico tienen su política de publicación y se dirigen a un público muy concreto, aceptando únicamente los manuscritos que se adaptan perfectamente a todos los requisitos”.
Estados Unidos, los más prolíficos
La producción científica española es equiparable a la de países europeos como Francia e Italia, aunque menor que la del Reino Unido. Estados Unidos es el mayor productor científico porque es donde más recursos se dedican a la investigación. Además hay que tener en cuenta que las revistas de mayor impacto están en lengua inglesa, así que escribir correctamente el inglés biomédico se convierte en otra dificultad añadida.
Por todo ello, estos seminarios pretenden dar a conocer las técnicas y habilidades básicas para escribir y publicar artículos científicos en ciencias de la salud, mediante una dinámica participativa, con exposiciones teórico-prácticas y ejercicios basados en artículos publicados.
Los cursos han sido impartidos por el Dr. Esteve Fernández, investigador del Institut Català d’Oncologia y profesor de la Universitat de Barcelona, y la Dra. Ana M. García, profesora de la Universitat de Valencia, y han incluido cuestiones que abarcan desde el estilo de la escritura científica, los formatos de publicación y principios éticos hasta la elección de la revista.