La Reina Doña Sofía inauguró hoy en Madrid el IV Congreso Anual de la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción (FAD) que este año lleva el lema «Sociedad, Familia y Drogas» y que está organizado por la FAD en colaboración con el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales y el apoyo de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas.

El objetivo de este congreso donde participan más de 800 profesionales del ambito social y educativo, es exponer y debatir la situación actual de los consumos de drogas en nuestro país, analizar los cambios que se han producido en los últimos años y el impacto y el reflejo de todo ello en las familias y en el conjunto de la sociedad.

En el acto inaugural, el presidente de la Fundación de Ayuda Contra la Drogadicción, José Ángel Sánchez Asiaín ha advertido que las drogas están creando una cultura que terminará viviendo en nuestras sociedad, con nuestras familias. «Sintonizan cada vez más con nuestros jóvenes, ejemplifican cada vez más determinados valores de vida, sintonizan con estilos de vida muy extendidos en nuestra sociedad», dijo. Sánchez Asiaín reclamó la importancia de crear de políticas «más ajustadas» y de la «necesidad de crear un frente común».

Por su parte el presidente del Comité Científico de la FAD, Eusebio Megías, destacó los «innumerables» aspectos que han cambiado en el fenómeno de las drogas: las sustancias, el tipo de problemas que exigía solución, el tipo su usuario, el tipo de problema que presentaba este usuario. «No puede decirse que los esfuerzos de estos 20 años hayan sido inútiles, al contrario es innegable que se ha conseguido responder a los desafíos mas importantes que determinaron la movilización social y administrativa ante los problemas», manifestó.

Sin embargo, añadió que «han surgido nuevos problemas que resolver», lo que supone «nuevas medidas y nuevos cambios». Advirtió de que hoy en día hay una «nueva inquietud» relativa a como estos consumos pueden influir en la educación de la sociedad y en la integración social y laboral sobre todo de adolescentes y de jóvenes.

En la opinión de Megías, «necesitamos replantear nuestros sistemas de análisis, revisar las perspectivas desde las que analizamos los problemas, reevaluar nuestra forma de acción, repensar nuestros modelos estratégicos, programas ya actuaciones tanto sociales como asistenciales». Este experto considera que es «primordial» realizar una especial atención a lo que las drogas hacen a las familias españolas, a la dimensión de responsabilidad colectiva ejercida por la junta de familias y necesaria en el conjunto de la sociedad.

El objetivo es claro, según Megías: «conocer mejor la sociedad, llegar a un diagnostico exacto que nos permita hacer previsiones y nos facilite estrategias mas eficaces. Estamos ante nuevos desafíos y queremos hacerles frente de manera eficaz», dijo.

En su turno de intervención, la secretaria de Estado de Asuntos Sociales, Amparo Valcarce, puso el acento en destacar que la drogas son una enfermedad social y las definió como «el peaje que estamos pagando por nuestra sociedad de bienestar». «Nuestra sociedad se mueve dentro de unos parámetros de desarrollo que suponen una situación muy beneficiosa para el conjunto de la ciudadanía, pero esto puede tornarse en la búsqueda de nuevas sensaciones, nuevos ambientes», explicó.

RESPONSABILIDAD DE LAS FAMILIAS Y EDUCACIÓN EN VALORES

Valcarce indicó que este abuso de las drogas «es responsabilidad de los familiares, de las Organizaciones No Gubernamentales (ONG) que trabajan en este Ámbito, de los poderes públicos,» pues son los que deben garantizar a los jóvenes y a los niños «una educación de calidad caracterizada por una formación en valores. esta es la mejor herramienta que nuestros jóvenes tienen para luchar contra la lacra de las drogas», afirmó.

En su intervención el director general de la FAD, Ignacio Calderón, quiso transmitir tranquilidad, frente a los datos emitidos en los últimos días sobre el aumento del consumo de las drogas de síntesis, «estas drogas tiene una vigencia en el tiempo muy relativa, aparecen y desaparecen. Son productos residuales» manifestó. Aunque indicó que esto no debe servir para restarle importancia, pues son unas sustancias que afectan a la salud, indicó que el consumo autentico de que «debe preocuparnos» es de drogas como el alcohol, el cannabis, el tabaco, la cocaína, «que son las que tiene incidencia y continuidad en el tiempo».

En la opinión de Calderón los jóvenes tienen información «de sobra», lo que no tienen es «formación». «No tienen recursos y capacidades, es decir no reciben una educación en valores, que les permita enfrentar la realidad con mayor éxito», advirtió.

Otro de los factores que quiso destacar este experto y que hacen difícil luchar contra la dogradicción es que «antes las drogas excluyan y ahora incluyen socialmente», en su opinión los jóvenes se encuentran reflejados unos con otros cuando fuman cannabis. «Antes había que ser valiente para consumir, ahora se debe ser mas valiente para decir no, y no consumir», finalizó.