La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) subraya que el cáncer de pulmón es una enfermedad muy fácil de prevenir: basta con dejar de fumar, si se es adicto a la nicotina o, mucho mejor, basta con no empezar a hacerlo nunca.

Esta sociedad científica destaca que el cáncer de pulmón es hoy la modalidad tumoral más común entre los hombres y se estima que en los próximos años se produzca un importante aumento entre las mujeres. Sin embargo, bastaría con erradicar el tabaco para que esta enfermedad -muy difícil de detectar en su fase temprana y, por ello, demasiado letal- dejara de segar tantas vidas como hace en la actualidad.

Como comenta el Dr. José Luis Álvarez-Sala, catedrático de Medicina y presidente de la SEPAR, «nueve de cada diez tumores de pulmón tienen en el tabaco su causa principal». De ahí que si, por una afortunada circunstancia, hipotética y del todo inverosímil, hoy por hoy, dejase de haber fumadores «el avance contra el cáncer de pulmón sería infinitamente mayor que el que nos pueda deparar, en el inmediato futuro, el mayor y mejor de los progresos en las técnicas diagnósticas y terapéuticas».

La incidencia de este tipo de tumor en los varones españoles, según los últimos datos oficiales, se cifra en la actualidad en unos 52 casos por cada 100.000 habitantes, algo inferior a la media europea, establecida en unos 56 casos por cada 100.000 habitantes.

El citado especialista añade que «en España fuma en torno al 36% de la población, pero nos beneficiamos aún de que la incorporación masiva de la mujer al hábito tabáquico haya sido algo más tardía que en el resto de los países europeos desarrollados. Y está demostrado que el cáncer de pulmón suele aparecer después de 20 o más años de ser un fumador activo».

No obstante, añade que, con el paso de los años, nos encontraremos que, como ocurre ya en Estados Unidos, el cáncer de pulmón femenino superará al que más incidencia y mortalidad causa hoy entre las mujeres, es decir, al de mama. Y hombre y mujer se habrán igualado entonces en una de las facetas sin duda menos deseables.

Para el presidente de la SEPAR, poner todo el énfasis en la prevención «no deja de ser algo chocante, ya que puede interpretarse, en cierto modo, como que la medicina no puede hacer mucho por curar la enfermedad en bastantes casos. Pero es que la realidad es justamente esa y nuestro deber, como médicos, es el de que el ciudadano sea consciente de esas limitaciones».

El cáncer de pulmón es una de la enfermedades tumorales con peor pronóstico, a lo que se une el que las investigaciones al respecto y, sobre todo, las aplicaciones prácticas se desarrollen de forma relativamente lenta. «Hay una serie de datos que hablan de avances importantes, pero lo cierto es que aún estamos en porcentajes de curación muy bajos, en torno a un 10-15% a los 5 años».

«Si el diagnóstico es precoz –añade el Dr. Álvarez-Sala- las posibilidades de curación pueden ser de un 60 o un 80%, pero desgraciadamente muchos de los enfermos que llegan a nuestras consultas presentan ya un desarrollo tumoral bastante avanzado. Y en esa situación la probabilidad de curar al enfermo se reduce de forma significativa».