Un 15% de los jóvenes de entre 18 y 25 años han tomado “polvos blancos” en los dos últimos años sin tener ninguna información de su composición. Es una de las conclusiones más impactantes que han salido a la luz en una encuesta realizada por las publicaciones británicas The Guardian y Mixmag entre más 15.500 jóvenes de todo el mundo. Se trata de una de las encuestas más grandes que se han realizado nunca sobre el consumo de drogas y, aunque no se trata de un estudio científico, ha causado gran impacto.

La encuesta revela que, pese a que los jóvenes tienen más información que nunca sobre las drogas, la mayoría confía en poder equilibrar el consumo de estas con sus estudios y relaciones, y considera que sus efectos secundarios no son peores que el de una simple resaca. El 68,4% de los encuestados mostraron su conformidad con la afirmación de que “las drogas pueden hacer que una buena noche sea aún mejor”, y un 45,1% llegaron más lejos, afirmando que “las drogas pueden hacer que una mala noche acabe siendo buena”. Pese a esto, el 76,2% aseguran “no necesitar las drogas para pasar una buena noche”.

Respecto al consumo de distintas sustancias, un 92% de los encuestados había bebido alcohol en el último mes, el 53% había tomado cannabis, 34% había consumido MDMA y el 22% cocaína. El tabaco no formaba parte de la encuesta.

Las borracheras, el principal problema

El alcohol sigue siendo de lejos la droga más consumida. Mucho más preocupante que la ausencia de abstemios, es el porcentaje de jóvenes que beben hasta el hartazgo. Un tercio de los hombres, y el 60% de las mujeres –que son, generalmente, más vulnerables a los efectos del alcohol–, reconocen haber bebido hasta niveles niveles peligrosos o nocivos. Sólo una quinta parte de los encuestados bebió por debajo de los niveles de riesgo.

La encuesta –realizada principalmente entre jóvenes de Reino Unido, Estados Unidos y Canada–, no arroja datos muy distintos a los que tenemos en España. Según el último estudio del Observatorio Español sobre Drogas, realizado en 2007, el porcentaje de jóvenes varones que tuvieron un atracón de alcohol en el mes previo a la encuesta fue de un 20% para los jóvenes de entre 15 y 19 años y en torno a 30% para la población de entre 20 y 29 años.

Más preocupantes son los datos recabados en centros escolares. El 58,8% de los estudiantes de entre 14 y 18 años reconoce haberse emborrachado en el último año y el 35,6% en el último mes, lo que supone que 6 de cada 10 escolares se ha emborrachado en los últimos 30 días.

La jefa del Laboratorio de Patología Celular del Centro de Investigación Príncipe Felipe, Consuelo Guerri, explicó en la presentación de la XX Jornada sobre Drogodependencias, que el consumo abusivo de alcohol es especialmente peligroso entre menores de 25 años pues hasta esa edad, el cerebro humano está todavía en formación, y los daños neuronales que se producen durante esa etapa de maduración y desarrollo son «irreversibles».

Los clubbers se drogan más

Una de las particularidades de esta encuesta, la mayor de la historia sobre al asunto según sus promotores, es que diferencia a los participantes que se consideran a sí mismos clubbers regulares: jóvenes que acuden a las grandes discotecas todos los fines de semana. La diferencia en el uso de drogas es significativa. Mientras que el consumo de alcohol y cannabis es similar, entre los encuestados británicos en los últimos 12 meses, el uso de MDMA se dispara del 53,7% al 77%, el de cocaína del 41,8% al 54%, el de ketamina del 14,5% al 40% y el óxido nitroso del 27,2% al 43%. La única droga que consumen más los no clubbers es el speed, tomado por un 11,8% de las personas ajenas a las discotecas, frente al 8% de los que acuden a éstas.

La encuesta arroja datos preocupantes, en concreto, sobre el consumo de cocaína, que no sólo está muy extendido –el 22% de los encuestados la consumieron en el último año y casi un 70% la habían probado en alguna ocasión–, además se consume en grandes cantidades. Entre los clubbers la mayoría consume un gramo por noche, pero el 10% toman dos o más gramos.

Más drogas para la resaca

El estudio de The Guardian y Mixmag también recoge el uso de drogas legales. Muchas personas que consumen drogas de forma recreativa también toman medicamentos con receta, como tranquilizantes, pastillas para dormir y analgésicos, con el objetivo de  hacer frente a los excesos del fin de semana y poder dormir el domingo para volver al trabajo el lunes.

Un tercio de las 7.700 personas del Reino Unido que consumen drogas ilegales también toma pastillas para dormir. El 22,4% había tomado benzodiacepinas, como el temazepam, en el último año y el 7,2% había tomado las nuevas “Drogas Z”, la zopiclona y el zolpidem.

La encuesta también revela el uso de medicamentos legales con fines recreativos. De entre los consumidores de drogas legales, lo habían hecho “para colocarse”, el 57.8% de los que habían tomado Ritalin –la droga más común para tratar la hiperactividad–, cerca de un 40% de los consumidores de benzodiacepinas y un 28% de los usuarios de análgesicos de origen opiáceo.