Los costes económicos globales del consumo de alcohol en España rondan los 3.800 millones de euros al año. Así se ha puesto de manifiesto en la presentación de un informe sobre los efectos del consumo de alcohol en la salud, que ha sido presentado por la ministra de Sanidad, Elena Salgado.

El estudio analiza la situación del consumo tanto en España como en Europa, las últimas investigaciones sobre sus efectos en el organismo, sus efectos sociales, la influencia de la publicidad y los mecanismos neurobiológicos que provocan una adicción. Además, está acompañado de una serie de recomendaciones para los profesionales sanitarios encaminadas a mejorar la detección precoz de los problemas derivados de su consumo y el abordaje terapéutico.

Al referirse al proyecto de ley para la prevención del consumo de alcohol en menores Elena Salgado ha comentado que se trata de una «ley sanitaria», que resulta compatible con el sector del vino, tal y como se ha demostrado en las comunidades autónomas donde el vino forma parte importante de sus economías. La ministra ha recordado asimismo la «absoluta unanimidad» que hubo en el Consejo Interterritorial «sobre la pertinencia de este proyecto de ley, por mucho que ahora alguien parezca haberse olvidado de lo que dijo en aquella ocasión». Asimismo, la máxima responsable de Sanidad ha agradecido el manifiesto en favor de la ley presentado y suscrito «por cien mil profesionales sanitarios».

El informe sobre los efectos del consumo de alcohol en la salud recoge que está relacionado con mayores índices de mortalidad por accidentes de tráfico, con mayores índices de mortalidad por accidentes de tráfico, problemas de interacciones con medicamentos y también con la aparición de problemas cardiovasculares, enfermedades del hígado y del aparato digestivo, y alteraciones del comportamiento. Se trata del tercer factor de riesgo para la salud de los ciudadanos en países desarrollados, a corta distancia del tabaco y la hipertensión arterial, y su consumo está relacionado con más de 60 enfermedades.

Según ha comentado la doctora Marta Torrens, miembro de la Comisión Clínica de la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas, el cerebro es «inmaduro» hasta alrededor de los 18 años, por lo que «la acción de cualquier producto tóxico, incluido el alcohol, cambia la plasticidad de las neuronas y la lesión que produce es mucho mayor». La edad de inicio es a los 12-13 años, «casi niños» y su cerebro «es mucho más sensible a que el alcohol le haga daño».

Salgado destacó que en el caso de los menores «no existe consumo moderado» y debe ser «cero». En el caso de los adultos, los consumos de riesgo empiezan a partir de las cinco unidades estandar al día (una copa de cerveza o vino) en el caso de los hombres o tres en las mujeres (28 en hombres y 17 en mujeres a lo largo de la semana). El peligro, insistió Torrens, depende de la cantidad que se consuma.

Según este informe, un 10 por ciento de los bebedores desarrolla adicción al alcohol y, de ellos, un 4 por ciento lo harán a los cinco años de inicio. En el estudio se subraya asimismo que el alcohol causó 1`8 millones de muertes en el año 2000, lo que equivale al 3’2 por ciento de los fallecimientos en el mundo.