La industria de la nicotina ha conseguido abrir un nuevo camino para llegar a los pulmones y las arterias de los jóvenes: las pipas de agua. Los españoles de 15 a 25 años, engatusados por todo un mundo de olores y sabores exóticos, lideran en Europa el uso de cachimbas para fumar tabaco. Un estudio realizado en diez estados señala que uno de cada cinco jóvenes de nuestro país fuma con alta frecuencia en las tradicionales ‘shishas’ del Magreb y Oriente Próximo, una tasa a la que solo se acercan Bulgaria y Grecia.
No se trata de un pasatiempo vacacional o de algo ocasional. El 20% de los chicos españoles que fuma en narguile lo hace a diario y otro 35% -sumados ambos llegan al 55%- enciende al menos una pipa de agua cada semana. Es un hábito. Cuatro de cada diez jóvenes fumadores diarios españoles aspiran el humo de la manguera durante más de media hora, un 8% se acerca a los 90 minutos y hasta un 9% inhala los tóxicos del tabaco durante más de hora y media cada jornada. Así lo detalla la radiografía sobre la penetración de los nuevos productos del tabaco entre los jóvenes europeos realizada por la Universitat Oberta de Catalunya (UOC) en colaboración con el Instituto Catalán de Oncología y la London School of Economics, y liderada por el investigador de la UOC Francisco Lupiáñez.
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