El cannabis es, al margen del tabaco, la droga más consumida por los reclusos hombres, entre los que también es más frecuente el consumo de cocaína y alcohol, mientras que las mujeres privadas de libertad recurren con más frecuencia a los hipnóticos y ansiolíticos.

Esta es una de las conclusiones del informe «Situación de las personas con adicciones en las prisiones españolas. Una visión con perspectiva de género», elaborado por la Unión de Asociaciones y Entidades de Atención al Drogodependiente (UNAD) con la colaboración de la Universidad del País Vasco y con la financiación del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030.

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