La Federación de Asociaciones Cannabicas (F.A.C), inscrita con en el Registro Nacional de Asociaciones Grupo 1º, Sección 2ª, con número 2316, es la única federación de asociaciones que agrupa a usuarios, cultivadores y simpatizantes del cannabis. Desde hace años, la festividad de San Canuto, rey de Dinamarca, es festejada por los usuarios de cannabis con diversas fumadas populares y reuniones. En esta ocasión San Canuto coincide con un momento de exaltación del europeismo por parte del Gobierno, debido a la proximidad del referéndum sobre la Constitución Europea. Por ello Martín Barriuso, portavoz de las distintas asociaciones que componen la FAC, invitó al PSOE a tomar en cuenta el informe Catania, recién aprobado en el Parlamento Europeo.

El informe Catania señala claramente la necesidad de integrar la política europea sobre drogas y el fracaso de la política prohibicionista, por lo que pide que se revise la estrategia y se apliquen unos medios totalmente distintos de los hasta ahora empleados; los cuales considera inadecuados. La criminalización de los usuarios de cannabis y la propaganda tremendista no impiden que todos los años aumente el consumo de esta sustancia, es necesario reconocer el fracaso absoluto de estas estrategias.

Los parlamentarios europeos solicitan el cese de las políticas represivas sobre los usuarios y la vulneración de sus derechos fundamentales. El parlamento Europeo se pronuncia en el mismo sentido que la propuesta de Málaga, iniciativa de la FAC que denuncia la inseguridad jurídica, la vulneración de los derechos fundamentales y el déficit democrático que sufren los usuarios y cultivadores de cannabis. “Las fuerzas de seguridad del estado no deberían seguir arrancando plantas. Los jueces absuelven una y otra vez a los que cultivan para su propio consumo, pero se les castiga a la destrucción de su cosecha y a pasar por calabozos y banquillos de acusados; este proceso kafkiano debe detenerse ahora mismo” exigió Barriuso. El portavoz de la federación cannabica tampoco ahorró críticas a la aplicación actual de la Ley de Seguridad Ciudadana: “Los sospechosos de ser usuarios de cannabis son abordados en plena calle, se emplea con ellos cacheos desproporcionados y degradantes. Los derechos fundamentales de ciudadanos usuarios de cannabis se violan un día si y otro también; para, como mucho, imponerles una sanción administrativa. El PSOE votó contra esa ley cuando estaba en la oposición, mientras impulsa la reforma debería ordenar que se detengan las extralimitaciones y aplicaciones incorrectas” demandó Barriuso. Otra aportación del informe Catania es la defensa del derecho de los usuarios a participar en el diseño de las políticas sobres drogas que les afectarán. En este mismo sentido la FAC aprovechó el día de San Canuto para apelar de nuevo al gobierno al dialogo y la negociación, promesa presente en el programa electoral del PSOE donde se asegura que las políticas sobre drogas se harán “siempre contando con los sectores afectados”. Los usuarios de cannabis consideran que no se puede continuar la política de ninguneo que ha sufrido hasta ahora este colectivo que agrupa a varios millones de ciudadanos, por lo que solicitan ser recibidos por el Plan Nacional Sobre Drogas y La Comisión Mixta Congreso- Senado dedicada a las drogas. Así como por el Ministro del Interior y el Fiscal General del Estado, ambos firmantes del manifiesto de Málaga. La FAC espera que el PSOE demuestre su europeismo con acciones, no con propaganda y publicidad, por lo que solicita la aplicación urgente de las medidas aprobadas por el Parlamento Europeo.

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RESUMEN Y COMENTARIOS DE LA FAC SOBRE EL INFORME CATANIA.

El informe Catania pone sobre la mesa la necesidad de una nueva política de drogas, donde la represión sea sustituida por el respeto a los derechos de los usuarios y la protección de su salud, por ello propone: “unos medios totalmente distintos de los indicados para conseguir el objetivo general del proyecto de la Estrategia antidroga de la Unión, dando la prioridad a la protección de la vida y de la salud de los consumidores de sustancias ilícitas, a la mejora de su bienestar y protección , con un planteamiento equilibrado e integrado del problema, ya que los propuestos son inadecuados”

El informe aprobado por los parlamentarios europeos aconseja: “incidir mucho más en los aspectos de la reducción de los daños, la información, la prevención y el cuidado y atención a la protección de la vida y de la salud de las personas con problemas derivados del consumo de sustancias ilícitas, y definir medidas para evitar la marginación de las personas afectadas en lugar de aplicar estrategias represivas al límite de la vulneración de los derechos humanos fundamentales y que, con frecuencia, los han vulnerado”.

Otra valiosa aportación es señalar la necesidad de que los usuarios participen en el diseño de la política sobre drogas, promesa presente en el programa del PSOE y hasta el momento no cumplida. Así los parlamentarios recomiendan: “definir y reforzar de forma exponencial la participación e implicación de los drogodependientes y de los consumidores de sustancias ilícitas, de la sociedad civil, de las ONG, del voluntariado y de la opinión pública en la resolución de los problemas relacionados con la droga. En particular, mediante una mayor participación de las organizaciones que operan sobre el terreno en las actividades del Grupo Horizontal Droga y la organización de una iniciativa europea anual en materia de prevención, y mediante la creación, a modo experimental, de centros de bajo umbral para la reducción del daño y para la estrategia antiprohibicionista”.

También el informe Catania pide “tomar las medidas adecuadas para evitar que los beneficios económicos derivados del tráfico ilegal de droga puedan subvencionar el terrorismo internacional”. Un ejemplo de este siniestro binomio terrorismo y drogas son los atentados del 11 de marzo en Madrid, al parecer subvencionados en parte con la venta de hachís marroquí. Si el cultivo de cannabis estuviera despenalizado y dentro de circuitos regularizados, no sería una fuente de financiación para perpetrar tales actos de barbarie.

Los europarlamentarios no olvidan las diversas áreas de aplicación del cáñamo, una planta con múltiples aplicaciones. “Incrementar la investigación acerca del empleo de plantas que en la actualidad son ilegales o se encuentran en una zona gris, tales como el cannabis, el opio o las hojas de coca, para los ámbitos de las aplicaciones medicinales, la seguridad alimentaría, la agricultura sostenible, la generación de fuentes alternativas de energía, sustitución de productos derivados de los árboles o del petróleo y otros fines benéficos” son algunas de las recomendaciones que no deberían caer en saco roto.

Por último proponen estudiar tanto los usos terapéuticos del cannabis, como los resultados de las políticas de coacción a sus usuarios : “llevar a cabo un estudio científico sobre los costes y beneficios de las actuales políticas de control de las sustancias estupefacientes que incluya un análisis del cannabis y de sus derivados, lícitos e ilícitos, también con objeto de evaluar sus efectos, su potencial terapéutico, así como los resultados de las políticas de criminalización y de las posibles alternativas”. Los usuarios de cannabis hace tiempo que solicita el cese de impedimentos y trabas burocráticos a los estudios sobre el cannabis terapéutico, pues esta planta es una medicina que algunos ciudadanos necesitan con urgencia. Respecto a los resultados de las políticas prohibicionistas, la FAC coincide en urgir a una evaluación de este tipo de actuaciones recaudatorias y represoras, ya que consiguen resultados opuestos a los que dicen buscar. El PSOE declara en su programa estar en esta línea: “Fomentaremos investigación científica que aporte conocimiento sobre los riesgos referidos con ciertos consumos de sustancias y a la vez ayude a los consumidores a orientarse y responsabilizarse de los riesgos que afrontan al consumirlas. La acción científica se mostrará imparcial a opciones morales o de compromiso con un modelo de rechazo frontal al consumo y utilizará instrumentos estandarizados que contribuyan a la elaboración de informes anuales de carácter nacional”. Los usuarios de cannabis esperan que el PSOE ponga en práctica esta parte de su programa, avalada por el reciente dictamen de los europarlamentarios.

El PSOE crítico en su programa al PP por centrarse: “en el aspecto punitivo y represivo, olvidando las medidas sociosanitarias: es un modelo político basado en un Plan de lucha contra las drogas y no en un Plan de lucha contra las drogodependencias”. A cambio proponían un modelo en “que toda intervención que se realice esté dirigida a la obtención de la libertad individual y colectiva, a través de políticas de información, educación ciudadana y eliminación, en lo posible, de las condiciones y situaciones de vulnerabilidad”. Estas bellas intenciones deben ser acompañadas con hechos, ahora que el PSOE gobierna, no se eliminará la vulnerabilidad de los usuarios de cannabis, ni se obtendrá su libertad, mientras sean sometidos a expolios, cacheos, registros y criminalización.

En un momento en que los políticos se llenan la boca de palabras grandilocuentes sobre una Europa que al parecer será dechado de paz, libertad, derechos humanos y democracia, los usuarios de cannabis comprueban cotidianamente como se les niegan derechos básicos, el derecho sobre su cuerpo, el derecho a cultivar en terreno propio una planta para uso personal, el derecho a la privacidad y la intimidad, el derecho a la propiedad, el derecho a la salud o el derecho al honor. Es urgente aplicar a los usuarios de cannabis esa parte del programa del PSOE que proclama: “El socialismo ha sido y es una lucha contra la injusticia. Una pasión por la igualdad de los seres humanos. Herederos de ilustrados y humanistas, construimos la democracia y los derechos humanos para las personas, con independencia de su condición, por el mero hecho de serlo, por su condición de ciudadanos.”

El gobierno no debería hacer oídos sordos a estas recomendaciones que le llegan de la Europa de las libertades que dice defender. Ya es hora de reconocer el fracaso de las políticas prohibicionistas. Ya es hora de cesar las detenciones a cultivadores y los cacheos degradantes. Ya es hora de que el dialogo y el talante se apliquen a las políticas sobre el cannabis.