Provocado por una bronquitis crónica o por un enfisema pulmonar, y sobre todo por culpa del tabaco, este mal suele pasar desapercibido y, de esos cuatro millones de enfermos, tres de cada cuatro no han sido diagnosticados. En un principio éstos «sólo tosen», síntoma cuya persistencia puede sin embargo indicar un problema respiratorio de importantes consecuencias.

Tal desconocimiento juega a favor del arraigo de EPOC, indica la doctora Pilar Navío, especialista de la citada sociedad, junto con el envejecimiento de la población, ya que es a los 50 ó 60 años cuando el mal se detecta y entonces la curación reviste ya serias dificultades.
Lo desarrollan un 15% de los fumadores, la mayoría hombres, pero los especialistas están observando que EPOC aumenta entre las mujeres, más vulnerables a los efectos del tabaco.

Según la doctora Navío, neumóloga del Hospital Ramón y Cajal, «el tabaco es malo en cualquier caso, pero más aún en la mujer. Por ejemplo -dice-, en comparación con el varón, una mujer que fume 15 cigarrillos al día multiplica por dos el riesgo de padecer la enfermedad y por cuatro si la cantidad supera las 25 unidades».

Como prevención recomienda por supuesto olvidar el tabaco y llevar una vida más saludable con ejercicio físico regular.
«El cambio de hábitos de vida, la rehabilitación, el entrenamiento muscular y respiratorio, los ayudan a mejorar, ingresan menos en los hospitales y tienen menos necesidad de medicación y oxígeno», señala Navío. Sin embargo, para los pacientes más agudos tal vez sólo queden la cirugía y los trasplantes de pulmón.