La Comunidad de Madrid impulsa una breve encuesta dirigida a los profesionales de la Red de Centros de Asistencia a Drogodependientes de la comunidad, con el objetivo de comprender mejor el impacto del COVID-19 en las pautas de consumo de drogas, los daños y la prestación de servicios.

La encuesta se realizó del 28 de abril al 4 de mayo a 35 profesionales e incluyó preguntas sobre los posibles cambios detectados en el uso de los servicios, así como en los patrones y frecuencia de consumo de los usuarios.

En relación con los patrones y sustancias de consumo, los resultados apuntan a un aumento en el consumo de alcohol, de medicamentos psicoactivos y  tabaco. Además, se observa un cambio en el consumo de sustancias ilegales con su sustitución por un incremento en el uso de TICs. Respecto a los motivos para dichos cambios, los profesionales refieren las dificultades para conseguir las sustancias o materiales de inyección así como la ansiedad o el estrés debido al confinamiento.

En relación con la atención, se observa que se ha producido una disminución de la disponibilidad de servicios de atención a los pacientes con drogodependencia en los dos primeros meses de la pandemia, tanto en los que proporcionan tratamiento como en los de reducción de daños. Algunos servicios han tenido que cerrar y otros han restringido el acceso. Los servicios que han continuado atendiendo a pacientes han tenido que implementar medidas de higiene y distanciamiento social que han supuesto un importante reto en algunos de ellos. También se ha señalado el uso del móvil y las plataformas on-line para mitigar las dificultades de la asistencia presencial.

Los principales retos detectados han sido: el acceso a suficiente equipo de protección personal para los profesionales, informar a los pacientes sobre los riesgos de la covid19, el manejo de los pacientes infectados y la preocupación de los profesionales por la vulnerabilidad a la infección, la ayuda a los pacientes más marginales para el acceso a los servicios higiénicos esenciales, los retos relacionados con el uso de tecnología remota (teléfono y video), la escasez de profesionales, los problemas relacionados con el acceso de nuevos clientes y la demanda de tratamiento de sustitución y la necesidad de reducir los posibles riesgos asociados a la adaptación rápida de las prácticas normales de trabajo.

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