El presidente de la Comunidad de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, y el presidente de la Fundación Ayuda contra la Drogadicción (FAD), José Ángel Sánchez Asiaín, firmaron hoy un convenio de colaboración para desarrollar programas contra la drogadicción en Latinoamérica, para lo que la Administración regional aportará más de 168.200 euros.
Durante la firma de este convenio, que estuvo presidida por la Reina de España, Ruiz-Gallardón puso de manifiesto que por primera vez la Comunidad de Madrid firma un convenio para la Cooperación al
Desarrollo en materia de drogodependencias.
«Al hacerlo -señaló-, estamos emprendiendo un camino de estrecha
cooperación con aquellos países que, por carecer de recursos económicos suficientes, no pueden luchar eficazmente contra la lacra que supone la dependencia de ciertas sustancias cuyo consumo y abuso
esclavizan al ser humano».
En virtud de este convenio la Agencia Antidroga de la Comunidad de Madrid aportará una subvención de 168.283 euros a repartir a partes iguales en las anualidades 2002 y 2003. Este montante se destinará a la realización de dos proyectos de intervención social que modifiquen factores de riesgo asociados a drogodependencias y a cualquier otro
tipo de actividades consideradas importantes para dar respuesta a las
necesidades en materia de prevención de drogas.
Los programas subvencionados se denominan: «Prevención integral de drogodependencias mediante el desarrollo juvenil en zonas de alto riesgo del barrio de Sutiava», en León, Nicaragua (Objetivo 1) y «Formación de docentes y desarrollo de proyectos de prevención en
centros escolares urbano marginales de educación básica en la ciudad de Guatemala», que se desarrollará en Guatemala (Proyecto 2).
El Proyecto 1 pretende crear y capacitar a un grupo de formadores que puedan desarrollar procesos de formación de docentes y mediadores comunitarios y familiares con el objetivo de poner en marcha programas de formación integral en los ámbitos escolar, comunitario y
familiar. Las acciones concretas de este proyecto a desarrollar en Suativa incluyen la creación de un equipo técnico local para la realización de una serie de cursos, además de la entrega de
materiales para la formación de los educadores.
En cuanto al Proyecto 2, a desarrollar en Guatemala, consiste en la realización de un programa de formación de educadores, 24 cursos de docentes mediadores y 48 encuentros con los padres de alumnos.
Esta iniciativa se realizará en el ámbito de 16 municipios y en ella se verán involucrados 6.000 alumnos, 100 directores de centros escolares de educación secundaria básica y 1.000 padres de alumnos.
COMPARTIR LOS RECURSOS DE LA CAM
Según Ruiz-Gallardón, «la Comunidad de Madrid ha desarrollado una de las mejores redes de asistencia en materia de drogodependencias de toda Europa, y es obligado que ahora hagamos extensivo nuestro compromiso hasta llevarlo a aquellos que más lo necesiten».
A su juicio, «los ciudadanos de la Comunidad de Madrid, y el Gobierno regional a su cabeza, pueden decir con satisfacción que los recursos que esta región ha puesto en marcha para atender las
actividades preventivas, asistenciales y de reinserción social en este campo son los más abundantes y avanzados de nuestro país, como consecuencia de una voluntad social y política de hacer frente al
problema de manera decidida, eficaz e innovadora».
No obstante, el jefe del Ejecutivo autonómico resaltó que aún así se plantea todavía una segunda obligación moral, «que es la que nos pide compartir nuestra experiencia y nuestros recursos con aquellos que se encuentran en una situación menos favorecida que la nuestra
porque habitan en países donde los recursos financieros en muchas ocasiones no son suficientes ni siquiera para cubrir las necesidades básicas, y donde, por tanto, no puede establecerse la lucha contra la drogodependencia como una prioridad».
Para el presidente regional, «al firmar este convenio la sociedad madrileña se dispone a ofrecer su solidaridad a estas poblaciones, que son un blanco fácil para el negocio del narcotráfico y que sólo
mediante la ayuda externa podrán enfrentar con alguna probabilidad de éxito esta lucha desigual».
