Los alucinógenos y los psicodélicos están estigmatizados y son ilegales en los estados miembros de la UE por las inquietudes que suscitan sus posibles efectos nocivos. Sin embargo, en otras partes del mundo, se elogian algunas de estas drogas por sus propiedades curativas y se consumen en ceremonias culturales y espirituales desde hace miles de años.

Actualmente, la comunidad científica de Europa y Estados Unidos empieza a abrirse a lo que los chamanes han dicho desde hace años. Cada vez hay más datos probatorios que sugieren que las sustancias psicoactivas tienen un potencial terapéutico inmenso, especialmente a la hora de abordar trastornos de salud mental graves y de difícil tratamiento, como el trastorno por estrés postraumático, la depresión, el alcoholismo y los trastornos alimentarios.

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