Alrededor de 1.168 malagueños fallecen cada año a causa de enfermedades relacionadas con el tabaco, un perjudicial hábito que tan sólo en esta provincia es responsable de 3,6 muertes diarias. Y es que, el consumo de cigarrillos, además de estar asociado a más de veinticinco patologías, de producir un envejecimiento prematuro del aparato cardiovascular y de provocar pérdidas en la función pulmonar, acelera la mortalidad en pacientes aquejados de determinadas afecciones o trastornos.

Pese a todo ello, continúa en aumento el número de mujeres que se inician en el hábito tabáquico, un incremento que en Málaga se ha situado en el 4,2 por ciento en 15 años. Esta tendencia, sin embargo, contrasta con el descenso registrado por la cifra de fumadores varones, que ha caído en torno a 13 puntos en el mentado periodo.

“Es muy significativo el dato que revela que un importante porcentaje de hombres malagueños ha decidido dejar de fumar, mientras que una relevante cifra de mujeres ha comenzado, entre 1987 y 2001, a consumir tabaco, a pesar de sus perniciosos efectos”.

En esos términos se pronunció, en declaraciones a este diario, el jefe de la Sección de Medicina Preventiva del Hospital Carlos Haya, Salvador Oña, quien destacó la alta incidencia de esta adicción en la provincia.

Según los datos que baraja el facultativo, 184.000 de los fumadores malagueños son varones y 126.000, mujeres. El consumo medio se sitúa en los 17 cigarrillos al día, por lo que el gasto diario en tabaco en esta provincia supera los 870.000 euros (casi 145 millones de las antiguas pesetas).

Estas cifras demuestran las dimensiones de un problema que se ha llegado a convertir en “la principal lacra para la salud pública en España”, aseveró el doctor Oña, quien citó, como ejemplo, el hecho de que “el 30 por ciento de los cánceres en Málaga se deban al consumo de tabaco”.

En concreto, el tabaquismo puede llegar a provocar más de veinticinco enfermedades, que se agrupan en tres grandes bloques: las patologías cardiovasculares, las respiratorias y los cánceres (muchos de los cuales “podrían ser prevenibles con el simple hecho de no fumar”, asegura el experto). Pero eso no es todo.

Además, “resta una media de diez años de vida en aquellos que comienzan a fumar en la adolescencia”, es una de las principales causas que motiva la práctica de amputaciones (ya que afecta al sistema endotelial) y produce impotencia, entre otros tantos males.

“El aparato respiratorio es, junto con el sistema cardiovascular, la principal diana del tabaco, que amén de todas las enfermedades citadas propicia la aparición de procesos inflamatorios crónicos que conllevan la pérdida de función pulmonar”, explica el especialista.

En lo que respecta al plano oncológico, Oña alerta sobre “la extraordinaria prevalencia” que en Málaga tienen cánceres como el de pulmón o el de laringe, provocados por la costumbre de fumar, un hábito que también se vincula a la aparición de otros tumores, como el de mama, según revelan los últimos estudios científicos.

Acelerador de la mortalidad

Tras indicar que Málaga es una de las provincias de la región andaluza en las que se venden más cigarrillos, el jefe de la Sección de Medicina Preventiva del Carlos Haya destacó que el tabaco, que se ha convertido en la segunda causa de muerte, “es también un acelerador de la mortalidad en pacientes que padecen determinadas patologías, como la diabetes”.

En esta línea, recordó que cuatro de cada diez malagueños necesitan ayuda para abandonar este pernicioso hábito, de modo que los profesionales sanitarios se convierten en los principales actores para la consecución de tal propósito. Aún así, considera que “todavía es baja la respuesta de los ciudadanos a la hora de pedir ayuda”, por lo que el médico tiene que contribuir a cambiar esta actitud”.

De hecho, el 95 por ciento de los fumadores que logran dejarlo sin ayuda especializada recae en un periodo inferior a un año, afirma el experto, al tiempo que incide en que “uno de los principales motivadores para abandonar este hábito es el consejo médico”.

Actualmente, Salvador Oña coordina un programa puesto en marcha por el Colegio de Médicos de Málaga que tiene como objetivo ofrecer ayudar a los facultativos de la provincia que pretendan dejar de fumar.

Asimismo, es el creador y responsable de ‘El Experto responde’, un servicio de asesoramiento ‘on-line’ sobre el tabaquismo al que pueden tener acceso, a través de Internet, todos los ciudadanos que lo deseen. Esta iniciativa se encuentra en funcionamiento desde el pasado mes en la página web ‘www.commalaga.org’.

“Cualquier fumador puede costearse su deshabituación”

A pesar del debate suscitado en torno a la posibilidad de que la Administración Pública financie los tratamientos para abandonar el hábito tabáquico, Salvador Oña se muestra contrario a cualquier iniciativa de este tipo, ya que, a su juicio, “el fumador tiene poder adquisitivo suficiente para sufragar su propio tratamiento y costearse su deshabituación”.

“En muchos países europeos, los gobiernos financian medicamentos para dejar de fumar; sin embargo, en mi opinión, debe ser el propio paciente el que pague el tratamiento de su bolsillo”, apostilla el especialista. Según explicó el facultativo, existen “distintos niveles de ayuda” para propiciar que los fumadores abandonen esta perjudicial práctica, que van desde la “intervención mínima” hasta el apoyo médico mediante el diagnóstico y la prescripción farmacológica.

En la actualidad, en la región andaluza existen varias unidades de tabaquismo, en las que se ofrecen tratamientos combinados de terapia sustitutiva con nicotina, bupropión y apoyo psicológico. Ahora bien, las conclusiones de un estudio expuesto por la Asociación de Neumólogos del Sur determinan que sólo el 60 por ciento de sus pacientes logran dejar de fumar.

En cualquier caso, algunos expertos, como el presidente de Neumosur abogan por aumentar el número de unidades e incrementar el personal sanitario dedicado a estas prestaciones asistenciales, dado que algunos pacientes tienen que permanecer en lista de espera hasta cinco meses para ser atendidos.

El jefe de la Sección de Medicina Preventiva del Carlos Haya, sin embargo, considera preferible que el tabaquismo pueda ser abordado integralmente por cualquier facultativo.