Los investigadores colombianos Francisco Thoumi, Gustavo Duncan y Camilo González Posso aseguraron que la estrategia utilizada aquí para combatir el narcotráfico –y adoptada en su esencia por el gobierno de México– ha reducido la violencia en este país, pero no ha logrado bajar la producción de cocaína ni es la solución al problema del narcotráfico.

Francisco Thoumi, encargado del Informe Mundial de Drogas de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 2000, señaló que las políticas de meter al Ejército y aplicar «el garrote» tienden a fracasar.

«La política de Colombia es de garrote y no de reformas sociales. El lío es que para resolver el problema de las drogas uno tiene que pensar en reformas sociales, no políticas. Las políticas no van a funcionar y se sigue jugando a lo mismo», señaló el economista que trabajó en la ONU y es autor, entre otros, del libro Economía Política y Narcotráfico.

«Ninguna política puede funcionar. Puedes fumigar, puedes detener a los cárteles, puedes expropiar y puedes extraditar, el problema social es más profundo. Todas las políticas lo que buscan es dar garrote, y el dar garrote tiene efectos (contrarios al objetivo inicial). Si tú fumigas en un lado, aumentas el precio de la coca, y eso dará incentivos para cultivar en otro sitio», dijo.

El gobierno del presidente mexicano Felipe Calderón Hinojosa ha aplicado al menos tres acciones que emprendió el presidente colombiano Álvaro Uribe en 2002: metió al Ejército al combate de las drogas, recuperó los territorios en poder de los traficantes y extraditó a los capos más peligrosos del país.

«Las políticas no están atacando las causas que hacen que una región o un país sea propenso a hacer cosas irregularidades. No resuelven el problema. Acá en Colombia se da garrote en una forma muy extraña», recalcó.

El investigador aseguró que pese a la aplicación de un plan que se ostenta como integral, aquí no hay un compromiso en serio contra las drogas y no hay una lucha coordinada de verdad; de hecho, la educación no está coordinada, consideró.

«La política de Colombia ha atacado a los campesinos, el eslabón más débil. Aquí no hubo una reforma agraria. Y la política de Estados Unidos es una política descabellada», señaló.

Thoumi afirmó que en México las políticas tomadas podrían tener éxito si se tiene un Ejército muy fuerte que esté dispuesto a arrasar a la gente y que no sea corrompible, lo cual ve muy difícil. «México está pagando las consecuencias de haber tenido una institucionalización de la corrupción durante 70 años. Cuando los colombianos llegaron a México, tuvieron que negociar franquicias con la policía», afirmó.

El investigador Camilo González Posso, director del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz (Indepaz) y ex ministro de Salud de Colombia, señaló que atacar sólo a los cultivos ilegales y a la oferta de droga ha demostrado que es un fracaso.

«La oferta no se ataca en Estado Unidos. No se toca ni en el cine; las películas tampoco abordan ese tema», afirmó.

Camilo González Posso aseguró que la estrategia de Uribe sí ha atenuado la violencia, pero no ha bajado la producción de cocaína en el país. «El precio de la coca en Estados Unidos se mantiene, por lo que es evidente que la oferta de cocaína es de las mismas proporciones. Es decir que seguimos produciendo lo mismo», dijo.

El investigador explicó que la estrategia de Colombia provocó que los grandes cárteles de la droga se convirtieran en pequeños. «Ya no hay un Pablo Escobar Gaviria, pero se producen las mismas toneladas, el problema sigue», dijo.

«La política que se está aplicando ayuda al negocio. Las fumigaciones producen un efecto globo, es decir que se van a otras regiones y sigue la produción», afirmó.

El académico Gustavo Duncan, investigador de la Fundación Seguridad y Democracia, coincidió en que sí hay una disminución de la violencia en el país, pero sigue fuerte el problema de los paramilitares que continúan armados en las regiones.

«Para que el sector industrial pueda competir con el poder del narcotráfico, tiene que ser mucho más grande, tiene que invertir más para que sea competencia con el narco», dijo Duncan, autor del libro Los señores de la guerra, que analiza a los paramilitares. «Si no hay una inversión económica fuerte no van a acabar con el problema. Eso volverá a surgir. México es más fuerte económicamente y puede ser distinto».

El investigador Duncan indicó que, en broma, los investigadores dicen que la diferencia entre México y Colombia, es que acá los narcos deciden quién es el presidente, y en México el Presidente decide quiénes son los narcos.

Francisco Thoumi

Economista de formación, ha sido: Coordinador de Investigaciones del Programa Global Contra el Lavado de Dinero y, también, coordinador del Informe Mundial de Drogas de la Oficina de Fiscalización de Drogas y Prevención del Crimen para las Naciones Unidas.

Gustavo Duncan

Investigador y consultor independiente. Sigue y analiza el fenómeno del paramilitarismo. Ha publicado Los señores de la guerra, Narcotráfico en Colombia Economía y Violencia (coautor) y Del campo a la ciudad en Colombia: la infiltración urbana de los señores de la guerra.

Camilo González Posso

Es profesor universitario y: Fue ministro de Salud del gobierno colombiano. Ahora se desempeña al frente del Instituto de Estudios para el Desarrollo y la Paz. Ha participado en varias negociaciones de paz desde 1984 y coordinado acciones en las negociaciones con las FARC y el ELN.