Cualquier tipo de exposición a humo de segunda mano empeora la función pulmonar en los pacientes con fibrosis quística, sobre todo entre aquellos que presentan una mutación genética específica, revelaron expertos de la Escuela de Medicina de la Johns Hopkins University.

La fibrosis quística es una enfermedad crónica hereditaria que afecta los pulmones y el sistema digestivo.

Según los autores del estudio, publicado en Journal of the American Medical Association, los efectos adversos relacionados con el tabaquismo pasivo se magnifican en los pacientes con esta condición debido a ciertas variaciones genéticas.

La fibrosis quística es causada por mutaciones en un gen llamado CFTR, explicó el equipo del doctor Garry R. Cutting, aunque la severidad de la enfermedad se ve modificada por variaciones en el gen denominado TGFB1.

Para examinar los factores que afectarían el devenir de la fibrosis quística, el equipo de Cutting recopiló datos de mellizos y hermanos con la enfermedad.

Se incluyó a 812 sujetos, de los cuales 188 estaban expuestos a humo de segunda mano en sus hogares.

Pruebas estándar mostraron que los pacientes expuestos a tabaquismo pasivo tenían peor función pulmonar que sus pares que no tenían que habitar un ambiente lleno de humo de cigarrillo.

La variación en el TGFB1 duplicaba los efectos negativos del tabaquismo pasivo sobre la función pulmonar, manifestaron los autores.

Estos resultados «brindan una justificación potente para la erradicación de la exposición al humo de cigarrillo entre las personas con este desorden», concluyeron Cutting y sus colegas.